En la edición Domingo de este Diario, abordamos en profundidad la transformación del mercado laboral, sobretodo en una región que vive el siempre complejo proceso de la automatización de ciertas tareas, en industrias como la ganadera o la acuícola; e intentamos hacer una radiografía de la realidad actual, que si bien exhibe buenas cifras de empleabilidad, la tarea más urgente y aún pendiente, es la de mejorar la calidad del empleo, ya que evidentemente el costo de la vida aquí imperante, no cuadra con los salarios -que en promedio-, están bajo la media nacional.
De manera que allí hay un desafío concreto y necesario de abordar, para que de verdad la fuerza laboral ayude a empujar a esta región, hacia un desarrollo mucho más armónico y factible de alcanzar, porque si hay algo tiene este territorio, es su enorme potencial en múltiples sentidos.
Paralelamente, la Universidad de Los Lagos organizó una segunda jornada sobre la región del futuro y la construcción de capital humano; actividad a la que asistieron destacados especialistas, que aportaron datos duros que invitan a la reflexión. Y una de ellas fue la economista y gerenta general de la Fundación Carlos Vial Espantoso, Fe Sánchez, quien hizo un diagnóstico de los cambios que afectan hoy a las organizaciones. En ese contexto, detalló siete aspectos que hay que atender, porque el mundo va para allá. La globalización, los efectos del cambio climático, la revolución digital de la mano de la tecnología, la diversidad y la inclusión, la desigualdad, la búsqueda de un propósito y el entender que las empresas son parte de un sistema; son los nuevos temas del mundo del trabajo que las empresas deben asimilar y aplicar, para sobrevivir a los vertiginosos cambios que vivimos. Porque cada una de estas temáticas, cruzan los niveles de satisfacción que tenemos por lo que hacemos, y fortalecen nuestro nivel de compromiso con la actividad que desarrollamos. Pero eso no todos lo entienden así.
De hecho, según datos de Cadem, sólo el 22% de los chilenos se siente bien con su trabajo… Porcentaje muy menor -claro está-, para una actividad a la que le dedicamos más de 8 horas al día, lo que se traduce no sólo en baja productividad, sino que en una serie de patologías personales adversas.
Mientras que otro aspecto digno de relevar, es el que tiene que ver con la dependencia de la fuerza laboral, porque lo que puede parecer como algo positivo, porque el trabajador maneja sus tiempos, no necesariamente siempre lo es. Porque de los 8,4 millones de personas que conforman la fuerza laboral, 1,9 millones o son emprendedores, independientes y trabajan para una apps. Y la tendencia va al alza.
De manera que allí hay dos grandes temas que hay que abordar, porque tienen que ver con la calidad del empleo, para no quedarnos sólo en la discusión del número de horas que hay que trabajar a la semana.