Dejar atrás limitantes que impedían que las víctimas más vulnerables de nuestra sociedad obtuvieran justicia. Esa es la idea del proyecto de ley de imprescriptibilidad de delitos sexuales contra niños, niñas y adolescentes que se tramita en el Congreso y que el martes se anotó un importante paso adelante cuando la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados la despachó en su totalidad, lo que permitirá que ahora se discuta en la sala. Antes, en el Senado, fue aprobado por unanimidad y, por eso, esperamos que pronto sea ley.

Se trata de un proyecto políticamente transversal (incluyendo iniciativas de senadores y diputados) y con gran apoyo de la sociedad civil, que garantiza un oportuno acceso a la justicia a las víctimas de estos delitos, sin estar limitadas por los plazos de prescripción para perseguir penalmente a los agresores.

Como se comprobó durante la discusión del proyecto, gran parte de las víctimas demoran mucho tiempo en estar preparados para denunciar, incluso tardan años en sólo tomar conciencia de su carácter de víctimas. La legislación actual no contempla esa particularidad y sólo les concede entre 5 y 10 años desde que cumplen la mayoría de edad para acudir a tribunales. Este proyecto elimina esa limitación y da un tiempo indeterminado para que la víctima de ciertos delitos sexuales cometidos en su contra antes de los 18 años pueda denunciar e iniciar un proceso penal.

El proyecto también permite ampliar la posibilidad de ejercer acciones civiles para una reparación adecuada, tanto contra quienes cometieron el delito como contra terceros responsables por el hecho ajeno, como sería el caso de instituciones que encubran estos delitos

Esta ley forma parte de una agenda global en materia de protección de nuestros niños, niñas y adolescentes. También están consideradas la implementación de la ley de Entrevistas Videograbadas a menores de edad víctimas de abusos sexuales (a contar del 2 de octubre de este año); el perfeccionamiento del Registro de Ofensores Sexuales (ya aprobado por unanimidad en primer trámite) y la exclusión del Beneficio de Rebajas de Condenas a Agresores Sexuales (que se presentará en los próximos días).

Estacionalidad y los

desafíos para turismo

Uno de los mayores desafíos de un destino turístico es romper la estacionalidad: actividades y promoción todo el año es el sueño compartido por muchos destinos como el nuestro.

La razón está en los efectos de calidad de vida que conllevan esta condición compartida con muchas ciudades turísticas: inestabilidad y precariedad de empleo, sobreexplotación de recursos naturales, ineficiencia en el uso de recursos, entre otros.

Sin embargo, para un destino incipiente como es Frutillar, estos meses más tranquilos son una oportunidad para ordenar, planificar y organizar, no solamente la oferta y las actividades de promoción, sino también para hacer más amable la coexistencia de estos eventos con la vida de las personas.

Uno de los roles que asumimos es el recoger los dolores y aciertos de cada verano, para luego trabajar sobre lo que se puede mejorar, anticipándonos a temporada siguiente. Sin embargo, muchas de las soluciones están fuera de nuestro ámbito de acción; siendo la suma de voluntades de ciudadanos, sector público y privado las que sí pueden hacer una gran diferencia en cómo se vive este destino.

Estamos muy contentos de que, a menos de un año de iniciar oficialmente el quehacer de la Cámara de Turismo y Cultura Frutillar, este mes se ha concretado una de las metas que entendemos como esenciales: el trabajo articulado con las autoridades locales, con el objetivo de abordar anticipadamente las actividades que se realizarán los meses venideros, hasta el inicio de una nueva temporada estival, generando estrategias de coordinación entre las distintas entidades para impactar con mayor fuerza el desarrollo local que se ve definido en gran parte por su estacionalidad.

El trabajo colaborativo entre el sector privado de turismo y otras actividades relacionadas - como ferias artesanales y eventos deportivos - con el Municipio y Fundación Plades, es un beneficio para la comunidad en la medida que asienta las bases para el desarrollo sostenible de un destino turístico como lo es Frutillar y permite genera estrategias comunes y compartidas, con la finalidad de abordar decididamente este este gran desafío.