CLAPES UC acaba de editar a través de José Miguel Aguilera R. y Felipe Larraín B. el libro "Laboratorios Naturales para Chile: Ciencia e Innovación con ventaja".
Sabemos que los niños de todas las edades aprendemos mucho más en movimiento y en espacios abiertos.
Nuestro país tiene una ubicación única en el mapa, en el extremo sur volcado al Océano Pacífico, desde el Polo Sur hasta Visviri y desde las alturas australes de la Cordillera de los Andes hasta el centro del mismo Océano Pacífico.
Tenemos una variedad de ecosistemas acuáticos, terrestres, climáticos.
Pero tenemos además, una riqueza arqueológica impresionante a pesar de lo poco que conocemos; somos un paraíso de energía solar; de astronomía con hallazgos en cataratas exponenciales; organismos extremófilos; comunidades y megaciudades; dieta mediterránea y otras; ingeniería antisísmica; experiencias en educación preescolar; cambio climático; Pacífico Sur Oriental y Central; Biodiversidad acuática y terrestre; Ciencia Polar Subantartica, flora y fauna exclusiva, en fin.
Chile es un regalo de la naturaleza, tan desconocida.
Recordemos que el hallazgo arqueológico de Monte Verde se debe al efecto coriolis, que hace que en el hemisferio sur los esteros y ríos socaven hacia el norte y el agua de los recipientes desagüe girando contra las señales del reloj.
Los jóvenes chilenos debiéramos conocer y aprovechar, disfrutar y querer nuestro maravilloso país, que nos enseña milímetro a milímetro.
Otra fuente de aprendizaje es la toponimia con el significado de los lugares en varios idiomas descriptivos, sonoros, musicales, didácticos y cariñosos además de precisos y hermosos.
Toda nuestra geografía se despliega desde siempre en todos los idiomas y las palabras que adornan la naturaleza.
Carlos Ignacio Kuschel Silva.