"Es una ruta de enorme potencial turístico, con capacidad de atracción internacional".
Juan Andrés Fontaine, ministro de OO.PP.
"Aunque haya pocos votos, hay que trabajar también en las localidades más extremas".
Carlos Soto,
alcalde de Cochamó
Con una reflexión en torno a la factibilidad de alcanzar una verdadera reconciliación, el arzobispo de Puerto Montt, monseñor Bernardo Cazzaro Bertollo, inauguró al mediodía de ayer la Capilla del Regimiento de Infantería N°12 Sangra. El prelado reiteró la importancia de contar con un centro espiritual, que ojalá sea muy concurrido.
En las últimas semanas hemos sido bombardeados por noticias desde muchos rincones del mundo y desde el nuestro también, con llamados de jóvenes y mujeres por cambios en nuestra sociedad. Cambios en hábitos del uso sustentable de recursos naturales, en el trato e integración de los problemas y sus soluciones de manera equitativa, no sólo por género sino por edades. Greta Thunberg, joven sueca de 16 años, se ha convertido en el símbolo de una generación que clama por un futuro mejor y no teme exigir soluciones a políticos de todas las naciones y a la comunidad misma, haciéndonos reflexionar sobre ¿qué mundo les vamos a dejar?
Y a pesar de que los efectos del cambio climático siguen extendiéndose por todo el planeta y que sólo el 2017, el costo económico total de los desastres relacionados con esto alcanzó la cifra récord de 320.000 millones de dólares, y que en nuestra zona tenemos aún problemas básicos que resolver como el agua potable, las comunicaciones, las rutas accesibles y muchos otros más, hablar de que este fenómeno llegó para quedarse es algo alejado de la realidad cotidiana del ciudadano común y en general, de las políticas públicas que tienen que ver con nuestro ordenamiento territorial y funcional como región. Y es aquí donde el turismo sustentable puede hacer mucho, porque entrega la posibilidad de buscar estrategias alternativas, de plantear vías de adaptación al cambio climático y de diversificar actividades tradicionales como la pesca artesanal y las del campo, con un turismo que mueve la economía local y que permite valorar y cuidar el patrimonio que nos bendice.
Desde el 2 al 13 de diciembre de este año, se realizará en Santiago la COP25, la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la mayor conferencia planetaria para enfrentar este fenómeno, y que reunirá a más de 25 mil personas de 196 países. ASEET Lagos y Volcanes estará allí, porque no sólo articula actores vinculados con el turismo local incorporando el valor agregado que la mujer le otorga a esta actividad, sino también, porque busca aportar de manera activa al desarrollo sostenible con una gestión consecuente con la agenda 2030 de la ONU que dice claramente que el turismo, es actor clave para superar la pobreza cuidando nuestros recursos naturales.
Nosotras estamos haciendo esto sobre el cambio climático, ¿Y tú? Todavía estás a tiempo.
María Cecilia Godoy Ampuero
Directora
ASEET Lagos y Volcanes
Las ediciones veraniegas de nuestro matutino han dado cuenta del interés que -para la industria del turismo- representan los monumentos y lugares de conmemoración histórica y patrimonial regionales. Aunque a varios de los cuales, sin embargo, no se les atribuye, con la prolijidad debida, la connotación nacional que ostentan.
Uno de esos lugares es la Bahía San Pedro (comuna de Purranque, provincia de Osorno), donde los conquistadores españoles (Juan Bautista Pastene, Jerónimo de Alderete, Rodrigo de Quiroga, en la flotilla de los navíos "San Pedro" y "Santiago") hicieron el primer contacto con los habitantes indígenas de la región sur austral de Chile, el 18 de septiembre de 1544. Su latitud (41°) fue designada por el virrey La Gasca como límite meridional de la Gobernación de Chile, otorgada a Pedro de Valdivia el 18 de abril de 1548. Latitud que hoy la ciencia geográfica precisa en 40° 53´sobre la línea imaginaria que, partiendo de la Bahía San Pedro, pasa por Purranque, la ribera norte del Lago Llanquihue, ribera sur del lago Rupanco y otros.
El poblado se denominaba Lepilmapo, al riachuelo que allí desembocaba le llamaban LipiuLeubo y ambos accidentes geográficos correspondían a la provincia designada Lepil. El lonko de las familias residentes era Melillanca (cuatro joyas). Y la localidad fue bautizada por los españoles como San Pedro, "por llamarse Pedro el gobernador y San Pedro el navío del descubrimiento".
De tal manera, que la importancia de la Bahía San Pedro tiene para la historia nacional y para el pueblo mapuche, es de primera magnitud. Trascendencia que justifica una digna consideración -a todo nivel-, facilitando su accesibilidad y relevándola con un hito recordatorio de sus orígenes. Y así acrecentar nuestro patrimonio regional cultural, incorporado a la red turística de la zona, a través de su inigualable atractivo marítimo y costero. Donde también resalta el programa "Patagonia Costa" y su singular circuito ribereño entre Puerto Montt, Calbuco y Maullín, enriquecido por la diversidad cultural de un entramado de arqueología costera, tradiciones canoeras de más de 7 mil años, navegación y biodiversidad, rutas gastronómica y arquitectónica, aves y humedales...
Es tiempo, ya, de ir potenciando el turismo de nuestra región toda, consolidando circuitos entrelazados, que encanten al turista y aporten al progreso.
Como una importante alternativa para adquirir productos totalmente naturales en Puerto Montt, surgió el llamado Mercado Campesino que nació bajo el alero de la actual administración municipal y que busca convertirse en un punto de encuentro entre la gente de nuestros campos y los habitantes de la capital regional.
Se ha solicitado al Intendente de la Provincia de Llanquihue, su apoyo para la obtención de fondos que permitan continuar los trabajos de construcción del camino que unirá Río Piedra con La Pasada por el sector de Coyam. Faltan alrededor de dos kilómetros de movimiento de tierras y luego viene la aplicación de ripio.