El Barcelona ya le tomó la mano al Real Madrid. Ni siquiera el Estadio Santiago Bernabéu como telón de fondo fue suficiente para frenar a la máquina blaugrana, que ayer volvió a ganar el Derbi y prácticamente acabó con las esperanzas merengues de seguir peleando por la Liga.
Un solitario gol de Iván Rakitic (26') -con "sombrerito" sobre Thibaut Courtois incluido- bastó para que los culés abrocharan los tres puntos, marcando el segundo triunfo seguido de su equipo sobre su clásico rival, ya que a mitad de semana venía de eliminarlo de la Copa del Rey (triunfo por 3-0 con dos goles del uruguayo Luis Suárez y autogol de Raphael Varane).
Cuando empujaba
Arturo Vidal entró en los últimos 20 minutos de partido, justo cuando el Real Madrid empujaba con todas sus fuerzas y asediaba constantemente el arco de Marc-André ter Stegen, quien tuvo al menos tres tapadas providenciales.
El chileno cumplió a cabalidad con la labor que le pidió el técnico Ernesto Valverde, cortando juego y dando batalla en cada una de las pelotas que se cruzaban por su camino.
Luka Modric y Sergio Reguilón sufrieron con la intensidad y fuerza del exBayern Munich. Y a pesar de que el encuentro estaba en su punto más acalorado cuando ingresó, Vidal no tuvo problemas en acoplarse al esquema junto a sus compañeros y de hecho se llevó varios aplausos cada vez que fue al suelo a pelear en alguna jugada.
Con la victoria, el equipo culé sumó 60 puntos y estiró a 10 unidades su ventaja en la cima sobre su más cercano perseguidor, el Atlético de Madrid, en una carrera por el trofeo que ya parece casi sentenciada.
Está lejos
En tanto, el Real Madrid se mantuvo tercero con 48 positivos y lejos de la pelea por el título.
En la próxima fecha el Barcelona recibirá al Rayo Vallecano, aunque con la mente puesta en lo que será el duelo de vuelta ante el Olympique de Lyon por los octavos de final de la Champions League.
El compromiso se disputará el 13 de marzo en el Camp Nou (la ida fue 0-0).