Trágicos incendios, con resultado de muertes y destrucción, han ocurrido este verano en nuestra provincia, siendo el más lamentable el sucedido en Calbuco, donde perecieron dos niños que habían quedado solos aquella mañana, al salir sus padres de compras. Lamentable y amarga experiencia, que insta a la reflexión y a la búsqueda de iniciativas y fórmulas preventivas, que contribuyan a una mayor seguridad en los hogares familiares de nuestra región.

De partida, la instrucción que siempre dan en la institución de Bomberos es el del mayor autocuidado en el uso de las cocinas a leña y elementos de calefacción. Con rigurosa limpieza de los caños y vigilancia de los calefactores, además de evitar la cercanía de ropas al fuego por el riesgo de que ardan y causen algún siniestro. Otra recomendación importante es la renovación de las instalaciones eléctricas, porque las antiguas están expuestas a cortes de circuitos y otras fallas riesgosas.

En general, una plena actitud precavida, alerta y responsable, que garantice seguridad hogareña, es lo aconsejable en cada núcleo familiar, donde jamás se deben dejar niños solos, por lo peligroso que ello resulta para sus vidas y bienes materiales.

A su vez, en el Cuerpo de Bomberos existe también mucha preocupación frente a estas tragedias de incendios que se agravan por distintas circunstancias. A menudo, por descuidos negligentes, como el de los grifos de agua que no funcionan y que, en consecuencia, impiden el trabajo oportuno y eficaz de los valerosos voluntarios bomberiles. Los que, llegando a tiempo al foco del fuego, son impedidos de apagarlo con la celeridad requerida por las fallas descritas. Es primordial, por lo tanto, que se haga una revisión de todos los grifos de la ciudad y se habilite a aquellos en mal estado. Así como también, en lo posible, impulsar a que se mantengan despejados de todo obstáculo los accesos a las viviendas, en especial a aquellas con ubicación en laderas u otros lugares dificultosos.

Cuidado y prevención: lema de seguridad.

El Presidente Piñera presentó el Plan de Desarrollo para la Región de Los Lagos, que resultó ser nada más que una lista de proyectos de inversión que en muchos casos están en proceso de diseño e incluso ejecución, con importantes grados de avance, pues se vienen desarrollando desde el gobierno de la Presidenta Bachelet, o sea, nada nuevo en este plan para la región, que tiene además un horizonte de ocho años, es decir, mucho más allá de lo que pueda resolver el actual gobierno.

Obras como el puente en el Canal de Chacao, el centro cerrado del Sename, el hospital de Puerto Varas, un nuevo tramo de la Ruta 7, son sólo algunos ejemplos de obras incorporadas en este plan y que ya están en desarrollo y que sólo vienen a abultar la lista de inversiones con las que se quiere llegar a los 6 mil millones de dólares en un plazo de ocho años.

Pero más allá de las obras, de sus prioridades y del origen de las mismas, muchos nos preguntamos en qué momento el gobierno elaboró este plan de desarrollo para la región, con quién lo consultó, con quién se reunió para su redacción, pues recorriendo las provincias y las comunas de la región uno se da cuenta que sus omisiones -si es que de obras importantes se trata- son muchísimas y a muy pocos dejó satisfechos.

Es que el gobierno de Piñera perdió una muy buena oportunidad de haber elaborado un verdadero plan de desarrollo para región, con la participación de las autoridades regionales, provinciales, así como de cada comuna y por sobre todo de la sociedad civil, que es en definitiva la que demanda respuesta acertadas de parte del Estado.

Se perdió la oportunidad de haber elaborado un plan que vaya más allá de las obras; un plan que identificara claramente las vocaciones productivas y de desarrollo de los territorios y fijara el rumbo que nuestra región debe tomar en la siguiente década.

No fue así y el Presidente Piñera prefirió vertiste con ropa ajena y contarnos el cuento del tío, como si por estos lados fuésemos unos tontos.

Gabriel Ascencio Mansilla.

Diputado (DC) de la República. Región de Los Lagos.