Campamentos y exclusión
Hace algunos días, por redes sociales, comenzó a circular el desafío de compartir dos fotos que retratan el paso de diez años. Decidimos unirnos a esta iniciativa debido a que esta cantidad de tiempo pareciera ser mucho para cambiar las cosas. Sin embargo, al momento de ver las fotos de Laderas de Angelmó, nos percatamos de que, a pesar de la existencia de subsidios y políticas de vivienda, el tiempo parece haberse detenido. Como notamos, la realidad no ha variado mucho y esta situación, lamentablemente, es la misma que hoy viven más de 46 mil familias en asentamientos irregulares.
Hace dos años, como TECHO-Chile, preguntamos a las personas que vivían en campamentos las razones por las que llegaron a vivir en estos lugares. La respuesta que más se repitió fue clara: "El alto costo de los arriendos", con un 36%. El nuevo catastro oficial de campamentos del Minvu -tras no actualizarse en siete años- revela que existen en el país 822 campamentos versus los 657 de 2011. Un crecimiento a nivel nacional correspondiente al 25%.
Creemos que no basta con relocalizar, radicar o urbanizar los campamentos. Hace 4 años, Laderas de Angelmó fue erradicado casi en su totalidad; no obstante, hoy viven más de 45 familias en ese campamento. Esta situación evidencia que las problemáticas que viven muchas familias de la región son graves. Los campamentos, como venimos señalando desde hace un tiempo, son un síntoma de la exclusión social, una enfermedad mucho más profunda que hay en la ciudad.
Ahora que existe una fotografía social actualizada, debemos trabajar en una política integral que solucione las causas del por qué familias deciden ir a vivir a un campamento, que no cuentan con acceso a servicios básicos como agua potable, luz y/o electricidad. Una política que se haga cargo de la exclusión social en nuestras ciudades.
Se requieren soluciones que respondan efectivamente, entre otras causas, al aumento de los arriendos, al alto valor del suelo, al hacinamiento y a la situación de allegados de muchas familias de la región. A diez años de la primera foto, no podemos permitir que las personas que hoy viven en Laderas de Angelmó, sigan sin acceso a servicios básicos de calidad y excluidos de la ciudad.
MARTÍN SALAS. Director Regional de Techo Chile Región de Los Lagos.
Basura en Pasaje Skoruppa
Soy una ciudadana de Puerto Montt y resido en el pasaje Skoruppa 73 Población Lintz. Los vecinos de este pasaje nos esforzamos por mantener limpias las veredas y el frente de nuestras casas.
La empresa VTR colinda en la parte norte con la calle Skoruppa y en su tramo la vereda se encuentra ocupada por basura y escombros que los vecinos de este pasaje no hemos depositado. He hecho varias gestiones con VTR, para que cooperen en el despeje de la vereda, que en ese tramo está intransitable; sin embargo, aducen que si yo no les demuestro que esa basura pertenece a ellos, no les corresponde retirarla.
Creo firmemente que el problema de la basura es un problema de todos nosotros como habitantes de Puerto Montt y que debemos cooperar con nuestra Municipalidad, al menos en esa tarea.
Tampoco es un costo inalcanzable para esa compañía, lo que le manifesté a su personal de chat e intenté hablar con el jefe del recinto, pero su guardia lo impidió. Agradecería publicara esta carta en la esperanza que se logre el objetivo.
ALEXIS STRICKLER PROUVAY.
Crisis en Venezuela
Tras el autonombramiento de Juan Guaidó, como presidente encargado de Venezuela, varios fueron los países, entre ellos Chile, que salieron públicamente a respaldar la decisión de la Asamblea Nacional de Venezuela, como una señal política clara y concreta de que Nicolás Maduro ni puede ni debe seguir en el perpetuándose en el poder.
Al respecto, llama la atención, además de ser vergonzoso, que parlamentarios chilenos de izquierda (no es toda la oposición) critiquen la decisión del gobierno del Presidente Piñera, toda vez que ese sector ha hecho gárgaras constantes en materia de resguardo a los Derechos Humanos. Estos últimos han sido sistemáticamente violentados bajo la administración Maduro, quien, hace sólo días, afirmó haber "ido al futuro, volver y tener la certeza que todo estaría bien".
Lo anterior no deja de ser veraz, toda vez que el pueblo venezolano, finalmente, ha despertado de su letargo y se moviliza en favor de la restitución de la democracia, la libertad y la recuperación del Estado de Derecho.
En esta ocasión, ni el fantasma de Chávez ni el pajarito podrán salvar al dictador Maduro de un escenario legítimo para una nación que, en este acto simbólico, aspira a volver a recuperar su patria.
Algo que bien debieran tener presente, precisamente, los representantes políticos de la izquierda chilena.
RODRIGO DURÁN GUZMÁN.