El conflicto de 1978
Debo partir con un reconocimiento al pueblo chileno, argentino y al Papa, que por medio de sus autoridades de la época, evitaron una guerra, que iba camino a una matanza para ambas naciones. Seguido de un desastre que se prolongaría por muchos años, con una catástrofe irreversible humana, territorial, económica y socialmente de una perenne enemistad con nuestros vecinos. Gracias a Dios también por ello.
Libros, entrevistas y análisis por todos los medios recientemente sobre el conflicto pueden llevar a algunas simples conclusiones para nosotros también simples civiles de la calle.
Las fuerzas militares estaban muy desequilibradas en favor de Argentina, quien preparaba una guerra de invasión, primero de las islas en disputa, definidas como chilenas por el Laudo arbitral de la Reina de Inglaterra, que nuestros vecinos no aceptaban. Luego, invadir nuestro territorio por cuatro sectores; permanecer en ellos hasta que un árbitro paralizara los enfrentamientos, retirarse de Chile a cambio de exigir parte de nuestro territorio. Agregar a ello que Perú y Bolivia estaban al "aguaite", por la recuperación del suelo que perdieron en la Guerra del Pacifico.
Chile, consciente de sus limitaciones y debilidades, con un escaso armamento, se preparó en silencio y planteó una estrategia con su presente realidad. Se podía soportar el enfrentamiento de sólo 3 a 5 días y nuestros uniformados fueron preparados para actuar en ese escenario, y luego de la invasión una guerra de guerrillas en nuestro territorio y el vecino..." hasta morir por su patria". Era la consigna. Esta estrategia de inmolación me recuerda a Prat (la contienda es desigual); a la invasión alemana a Rusia y la defensa de Leningrado; al igual a la defensa de la isla Iwo Jima de los japoneses y la más reciente, la guerra de los siete días de Israel . Todos en desigualdad de fuerzas, pero con un coraje sobrenatural "hasta dar la vida si fuese necesario".
Años atrás, escuché sobre este tema a comentaristas internacionales al referirse a Chile y sus conflictos con los vecinos, que tienen un gran respeto por las fuerzas armadas chilenas, por su preparación y coraje hasta las últimas consecuencias y al pueblo chileno en general de como enfrenta las adversidades de todo tipo y la tradición moral e histórica de no haber perdido nunca una guerra. Todo esto, como se puede apreciar, "pesa" en nuestro favor.
Tomo y remarco la anécdota relatada por el escritor Guillermo Parvex en su libro "1978 El año que marchamos a la guerra", pág. 213, y que refleja el espíritu de nuestro "querido roto chileno". En la trinchera fronteriza, el 22 de diciembre 1978, a 20 mts de los soldados argentinos y a minutos de enfrentarse, se puso de pie y les dijo: "Buenos días… para donde van... ¿se les perdió algo?", gritó el soldado Palma en tono semi burlesco. Y como el silencio reinaba en ambos lados, volvió a gritar: "Cómo, no quieren saludar, entonces no son amigos y sepan que estoy parado justo donde termina Chile y al primero de Uds. que trate de pasar, le pongo un par de tiros en el pecho… Estamos. Y si me voltean, mis compañeros no van a dejar a ningún mono argentino con cabeza... Ya, váyanse para su lado, crestones".
Obedeciendo la orden del Teniente, se retiró: "A su orden mi Teniente, pero estos huevones me dan rabia".
Pienso que independientemente de los últimos sucesos con nuestros uniformados en Chile, debemos separar, -a los asesinos, delincuentes, cobardes, ladrones, sinvergüenzas, cara de palo-, de nuestros valiosos y valientes soldados, marinos, aviadores, carabineros, representados por el soldado Palma y también por el sargento primero de carabineros Víctor Muena Espinoza, mi padre, que siempre cumplieron con su deber y su patria. Para todos ellos, mi infinita gratitud.
ALFONSO MUENA RODRÍGUEZ.
Agradecimientos
Mediante la presente, y por su intermedio, deseamos agradecer las gestiones realizadas por el señor Jaime Mendoza Rosas, quién cumple las funciones de delegado de la Municipalidad de Puerto Montt en nuestra localidad de Alerce. Funcionario que facilitó toda la tramitación municipal, para la obtención de beneficios sociales que brindan la Municipalidad y el Gobierno.
Además, hacemos extensivo nuestros agradecimientos al señor Alcalde Gervoy Paredes Rojas, por la preocupación mostrada por la solución de nuestros problemas de carácter social. Como Agrupación Social y Cultural Emanuel, que consta de personalidad jurídica N°5209, otorgada por la Municipalidad de Puerto Montt, estamos dispuestos y llanos a seguir trabajando en futuros proyectos para nuestra comunidad alercina.
Con la finalidad de que este reconocimiento se haga público, agradecemos a usted difundirlo en vuestro prestigioso Diario El Llanquihue de Puerto Montt.
CARLOS GARAY OLIVA, presidente Agrupación Social y Cultural Emanuel. Pastor NESKO TAPIA MARÍN, de la misma institución.