Profundo legado deja empresario y rotario Mario Meersohn tras repentino deceso
FUNERALES. Escuela Libertad lo testimonió en vida llevando su nombre una de sus salas por el esforzado trabajo que realizaba por el bien de los niños.
En el Parque de la Esperanza se efectuó ayer el funeral del empresario y comerciante Mario Meersohn Skudin, uno de los grandes y más destacados puertomontinos que soñaba con elevar el nivel con el desarrollo de una ciudad- puerto.
Fue por ello que formó parte del Consejo de Desarrollo Comunal de Puerto Montt (Codeco) ex Concejo Municipal; del Centro para el Progreso, Cámara de Comercio e Industria y Turismo, instituciones en las cuales tuvo muchas veces a cargo el desarrollo de acciones, planes y proyectos.
Hombre sencillo, mesurado, tremendamente luchador de ideales progresistas, incansable defensor de sus ideas, que más de alguna vez le jugaron una mala pasada, como cuando no consiguió los votos suficientes para ser alcalde de Puerto Montt, perdiéndose la capital regional una valiosa oportunidad. Eran los tiempos en que se alzaba como futura propuesta alcaldicia como militantes de la UDI.
Fue gestor y creador de los talleres en escuelas de alta vulnerabilidad en años en que en muchas poblaciones la educación llegaba no más allá de octavo año. Fue por ello que creó, con el apoyo del Rotary Club Puerto Montt, los talleres de corte y confección para las niñas y mueblería para los niños de la Escuela Libertad y en la Escuela Cayenel corte y confección y gasfitería, y mueblería.
Meersohn cumplió un rol fundamental, porque quería que los niños estudiaran o al menos tuvieran un oficio. Parte de este trabajo fue destacado por su nieto franco Valderrama y el rotario José Segura.
Destacado rotario
Rasgos de su personalidad le permitieron tener muchos amigos, como la famosa "mesa cuadrada de los caballeros" del Café Central que se reunía todos los días al mediodía.
En su despedida, la familia y amigos rindieron un sentido homenaje, recordándose algunos matices de su vida.
En representación del Rotary Puerto Montt, José Segura, resaltó algunas de sus obras, su gran espíritu de servicio público y su preocupación por el prójimo. Fue gran ejemplo de principios, ideales y valores del rotarismo, "expresando su gran estatura moral, su gran y entrañable amor por su familia, por sus amigos".
También dijo que en el club deja una huella imborrable de su servicio al prójimo, siempre preocupado del más desvalido, del que sufre, por lo cual apadrinó la Escuela Libertad, entre otras acciones benéficas.
Debido a su esfuerzo, el colegio en vida lo homenajeó instituyendo a una de sus salas de clases el nombre "Rotario Mario Meersohn".
Entre otros de sus amores se mencionó su vinculación con el Club Deportes Puerto Montt, el que lo marcó con un sello en la frente que se llevó hasta la muerte, luego de recibir una piedra cuando ingresó a apaciguar los ánimos en un acalorado encuentro.
Muchas de sus virtudes, fundamentalmente las de servicio público, lo heredó de su padre Alejandro Meersohn Schajris, quien fue alcalde de Puerto Montt entre 1963-1967.
Mario Meersohn iba a cumplir 79 el próximo 8 de diciembre, pero su salud quebrantada apagó su vida el fin de semana.
En la ceremonia de despedida efectuada en el Parque de la Esperanza, destacó el amor que lo unía a su familia su nieto Franco Valderrama y Rodrigo Quezada; su bisnieto, Pascal Valderrama; su sobrino, Patricio Meersohn; su sobrina, Bárbara Meersohn; y una amiga de la familia, Marcia Latorre.
Mario, estaba casado con Rosario Domínguez, con quien tuvo dos hijas, Alejandra y Susana. Esta última, periodista que ejerce en Santiago.
Los restos de quien fuera uno de los brillantes hombres de bien, íntegro y servicial, socio de la Maderera Meersohn, que se ubica en calle Bilbao, serán cremados, dejando ejemplo, recuerdos e historias que heredarán su familia y rotarios.