A los muchachos de Deportes Puerto Montt les tocó, de algún modo, ser protagonistas y testigos directos de la extraordinaria fiesta que se vivió en Coquimbo, con el retorno de su club a la serie de los grandes del fútbol profesional chileno, luego de doblegar por la cuenta mínima al plantel puertomontino del velero chilote, ante 15 mil espectadores que no cesaron de alentar a su equipo y, finalmente, de celebrar -a todo fervor y alborozo- la esforzada y notable conquista del ascenso a primera de la contundente escuadra del símbolo pirata.
¡Qué bueno que nuestros futbolistas porteños hayan tenido semejante experiencia, potente y enriquecedora! Porque ellos, los chicos del puerto de la isla Tenglo, pueden también disfrutar de la inmensa satisfacción, dicha y orgullo, que deparan los éxitos en el balompié rentado, cuando se trabaja con el máximo esfuerzo y dedicación, como lo hicieron en el torneo que finaliza los futbolistas nortinos.
En el decisivo lance ante el visitante Puerto Montt, -en su imponente estadio, estremecido por un público vibrante que no cesó de vitorear y estimular a su equipo en todo el cotejo-, los chicos del director técnico Fernando Vergara pudieron vivir, observar y calibrar lo hermosas y reconfortantes que son estas experiencias deportivas triunfales y pletóricas de festivas emociones. Donde no sólo son los integrantes del club ganador, los felices, sino también la hinchada seguidora, el pueblo, la comunidad de la ciudad representada. Una prueba más de que cuando, en el fútbol, los clubes se entienden y se unen con el público, con sus coterráneos, y se ayudan mutuamente -el uno aportando satisfacciones deportivas, y el otro, alentando y dando apoyo logístico- los frutos llegan y los ascensos también. Tal cual lo acaba de hacer Coquimbo Unido. ¿Y por qué no Deportes Puerto Montt en el año que viene?
Basta de conformarse con la medianía en la tabla o de ser un mero acompañante. Hay que protagonizar e ir por el cetro y el ascenso a primera. Desde ya, buscar más socios, apoyo privado y recursos, para armar una escuadra potente y competitiva.