La fidelidad matrimonial
Pbro. Dr. Tulio Soto. Vicario General del Arzobispado de Puerto Montt.
San Marcos nos narra que algunos fariseos, y con el fin de ponerlo a prueba, le preguntaron a Jesús si el marido puede divorciarse de su mujer. Jesús les recuerda que, si bien Moisés permitió redactar una declaración de divorcio y separarse, lo hizo a causa de la dureza del corazón del hombre. Pero desde el comienzo no fue así, pues Dios los hizo varón y mujer, de modo que el hombre dejará dejará a su padre y a su madre, y los dos se convertirán en una sola carne. En consecuencia, el hombre no tiene la facultad de separar lo que Dios ha unido (cfr Mc. 10, 6-9). También Jesús considera el adulterio como un pecado, señalando que el que se divorcia de su mujer y se casa con otra comete adulterio, y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro comete adulterio (cfr Mc 10, 11-12). Jesús nos recuerda que el matrimonio está concebido solamente entre el hombre y la mujer. Este es el plan de Dios.
De este modo, se produce una unidad profunda entre los esposos y nace el principio de la indisolubilidad. Se trata de una donación del hombre y la mujer para toda la vida, hasta que la muerte los separe. Como bien sabemos, esta donación recíproca se produce en el momento de dar el consentimiento matrimonial, manifestado de manera libre y responsable.
Siguiendo el plan de Dios, los matrimonios han sido llamados a vivir unidos por el amor verdadero. El amor lleva al compromiso y los mantiene unidos en la fidelidad. Por el hecho de tratarse de una entrega mutua por amor, surge el compromiso de vivir amándose cada día, en los momentos buenos y en los momentos de dificultad. Esto también los conduce a mantenerse unidos en la fidelidad, excluyendo cualquier modo de engaños o de faltas frente al compromiso contraído. Toda falta contra la fidelidad puede poner en riesgo la vida matrimonial. Cuando se dan estas faltas, se pone realmente en riesgo la estabilidad del matrimonio. Si bien existen dificultades en este sentido, también es bueno recordar que el Señor concede las fuerzas para mantenerse unidos en el amor y la fidelidad.
Aquí será siempre importante contar con la gracia de Dios, recibida por medio de la fe y los sacramentos, y la lucha constante para mantenerse en el camino del amor, apartándose de las ocasiones de pecado.
Susana Jiménez, ministra de Energía.
Vulnerabilidad
energética, desafío país
El pasado 28 de septiembre inauguramos junto a la comunidad y las autoridades locales de San Juan de la Costa, en la provincia de Osorno, el proyecto de soluciones fotovoltaicas que abasteció por primera vez de energía eléctrica continua a 13 hogares del apartado sector Pilfuco. Con ello se mejora diametralmente la calidad de vida de familias que carecían de este suministro básico, y que ahora cuentan con electricidad las 24 horas del día, gracias al aprovechamiento de las energías renovables.
En la visita tuve la oportunidad de conocer puertas adentro las condiciones de vida de esta comunidad rural, y constatar en persona el tremendo impacto que tiene la llegada de la energía en el día a día de las familias. Es difícil imaginar lo que es pasar de vivir sin luz a tener por primera vez refrigerador en la casa, por ejemplo. Esta iniciativa resulta muy representativa del sello social que hemos querido imprimir en nuestro gobierno, esto es, llevar la modernización energética a cada rincón de nuestro país, centrándonos en las personas y su calidad de vida. Sabemos que en Chile existen todavía unos 15 mil hogares sin suministro eléctrico, y otra cifra similar con acceso parcial y dependiente de combustibles fósiles. Esto es inconcebible en un país ad portas del desarrollo, y es por eso que hemos asumido el desafío de cambiar esa realidad. Las familias de Pilfuco reúnen, además, una serie de características que las ponen en el centro de nuestras preocupaciones como Estado: residen en una zona rural apartada, compuesta mayoritariamente por adultos mayores, al interior de una comuna con altos índices de pobreza, y pertenecen a la ancestral etnia huilliche o "gente del sur" en mapudungun, reservorio de un patrimonio cultural invaluable para todos los chilenos.
Proyectos como éste se enmarcan dentro del primer Mega Compromiso de nuestra Ruta Energética 2018-2022, que es levantar un mapa de vulnerabilidad energética, vale decir, identificar a todas las familias y hogares que no cuentan con energía eléctrica o tienen acceso parcial a ella, y paralelamente impulsar programas y proyectos que permitan ir cerrando brechas, mejorándole la vida a miles de familias chilenas, tal como lo comprometió el Presidente Sebastián Piñera.