El fenómeno de la migración, fue el tema que nos convocó en el último "Diálogo Regional" organizado por este Diario, justamente para poner sobre la mesa aquellas materias que nos deben inquietar, para ver cómo se están abordando y en conjunto buscar vías de solución, para en definitiva brindarle una mejor calidad de vida a la población.
En ese contexto, los actores convocados, que se dividían entre autoridades del área y dirigentes de los migrantes que viven en nuestra zona, coincidieron en los beneficios que les ha traído el proceso regulatorio impulsado por el actual Gobierno, favoreciendo su inserción laboral incluso, la que sin embargo, no ha estado excenta de abusos como lo confirmó el jefe del Departamento de Extranjería de la PDI, César Fonseca, quien declara que los casos más usuales son de aquellos empleadores que no les pagan las imposiciones a los trabajadores extranjeros. Pero la variedad de situaciones de abusos no son pocas.
Mientras que el tema de la barrera idiomática es un gran escollo para que ellos se den a entender, para no ser estafados y para que los propios chilenos los puedan contratar; además de las posibilidades que da el poder comunicarse en cualquier relación humana y como factor de integración social. En ese sentido, las instituciones de educación superior de la ciudad, tienen allí, una tarea que podrían asumir.
Pero quizás si el desafío mayor, sea el de la integración social de los extranjeros, lo que va más allá del proceso regulatorio o de velar porque se cumplan las leyes laborales; tiene que ver con una nueva institucionalidad en este sentido, pero también con una perspectiva distinta, de información, de acceso a diversos servicios y posibilidades de desarrollo tal cual la tenemos todos, lo que implica un cambio cultural, que nos permita comprender que este es un fenómeno que llegó para quedarse y que serán un aporte en todo sentido, en lo productivo, lo económico, social, deportivo y cultural. Y ese cambio, no requiere de ningún decreto.