El sábado 21 de julio, Chile fue testigo de un hecho insólito en el país, dos adultos mayores "se suicidan" en la comuna de Independencia. Parte de la prensa trata el hecho asociado a los casos de suicidio de los adultos mayores en el país, sosteniendo que Chile tiene una de las tasas más altas de suicidios de adultos mayores, sin embargo, se deben considerar otras variables que dan cuenta de un trasfondo estructural que motivan una decisión individual. Si consideramos el marco de la desprotección que tiene la población adulto mayor en nuestro -con una de las más bajas pensiones a nivel OCDE y con sistemas de protección social que descansan en la individualización de la responsabilidad- se puede problematizar este lamentable hecho en función de variables que superan las capacidades individuales de la población. Según datos de la Encuesta CASEN 2015, existiría un 6,6% de personas según pobreza absoluta, cifra que aumenta a un 21,6% considerando la medición multidimensional de la pobreza (con entorno y redes). A ello se suma que según la misma encuesta es la población más analfabeta del país (8,5%), con menores índices de escolaridad (8 años promedio), una tasa de participación laboral de 19,4% y una ocupación de 18,7% (mayores de 65 años). En este escenario, contar con un marco desprotección es preocupante y más aún para aquellas personas adultas mayores que se ven vulneradas en sus derechos fundamentales, que no tienen posibilidad de atención médica ni de sus remedios, que no cuentan con la posibilidad de tener un cuidador especializado, que ni siquiera tienen la posibilidad de estar protegidos frente al maltrato y abuso que sufren por parte de las instituciones. Jorge y Elsa son dos nuevas víctimas de la desigualdad social y del abandono de la sociedad encarnada en el Estado, debido a la individualización de la protección social, incluidos los apoyos sociales, que quedan sujetos la voluntariedad de un/a buen/a vecino/a. Si bien, ha existido la voluntad de generar una mirada de Estado frente a las problemáticas del adulto mayor, y que se ha traducido en políticas de largo plazo, los esfuerzos no son suficientes y así lo demuestra el sentir de esta población.

Christian Arriagada,

académico Trabajo Social U. San Sebastián.

Un notable aporte a la preservación ecológica y al turismo regional, significará para la Región de Los Lagos y para los maullinenses en especial, el reciente anuncio gubernamental que da cuenta que los humedales de Maullín y su extraordinaria biodiversidad están considerados, junto a otros del territorio, en un plan nacional de resguardo y conservación. Condición que les permitirá su postulación a santuarios o monumentos naturales, parques o reservas nacionales.

El más feliz con la noticia es el alcalde de Maullín, Jorge Westermeier, quien destacó que su comuna, río y humedales han sido formalmente priorizados por el Ministerio del Medio Ambiente para su debida protección. Lo que es motivo de contento y de renovada dedicación comunitaria al cuidado medioambiental con mirada futurista.

Consígnase que el complejo de humedales de Maullín está entre los más grandes de Chile, donde existen alrededor de 300 especies de flora y fauna, con predominio de 141 tipos de aves asociadas a los ámbitos acuáticos.

Semejante riqueza ecológica, en 2016, significó que los humedales maullinenses del Amortajado, Lenqui, Laguna Quenuir, Las Lajas y Lepihué, fuesen integrados a la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras. Organismo reconocido como una estrategia internacional, cuya misión es la conservación de las aves de playa y sus hábitats, a través de una red de sitios claves en todo el continente americano.

Fue aquel un importante logro internacional, alcanzado merced al esfuerzo de la Ong Conservación Marina y la Municipalidad de Maullín, apoyados por organizaciones sociales, pescadores y comunidades indígenas. Y al que se suma ahora su incorporación al plan nacional de preservación liderado por el Ministerio de Medio Ambiente.

Se espera y anhela, que estos significativos respaldos -los ya descritos- impliquen un importante impulso e implementación al turismo de avistamientos de aves. Rubro en el que Maullín merece marcar la pauta regional a los ojos del mundo.