Todo un gran acontecimiento para los puertomontinos y quienes suelen visitar la capital regional, significó la inauguración de la moderna doble vía Puerto Montt-Pelluco, cuyo acto oficial fue presidido ayer por el Presidente de la República, Sebastián Piñera, y comitiva gubernamental.
Ha sido un influyente paso renovador de la infraestructura de conectividad de la capital de la Región de Los Lagos. Y que tiene una trascendente connotación para el desarrollo de nuestro turismo, por cuanto es una ruta muy influyente en la modernización del borde costero local y en su conexión con la Carretera Austral y sus atractivos naturales.
Este relevante adelanto vial representa la anhelada seguridad tan reclamada por los usuarios del camino. Los mismos que por años tuvieron que afrontar la estrecha y peligrosa carretera antigua, que fuera testigo de muchos accidentes de trágico desenlace.
La nueva doble vía a Pelluco es una mega obra pública que amerita admiración. Demandó una inversión del orden de los $13.500 millones e implicó un gran despliegue de capacidades profesionales y un gigantesco esfuerzo y dedicación de todos quienes pusieron lo mejor de sí para cumplir un intenso trabajo de dos años y medio. Donde, entre otros, hubo que ganarle un importante espacio al mar y se utilizó una enorme cantidad de concreto y fierros, equivalente a la construcción de 10 edificios de 12 pisos.
Obras de progreso de esta jerarquía son las que debemos cuidar cual tesoro, para que cumplan su objetivo de modernización y bienestar. Más aún, si esta ruta es un especial complemento para consolidar en Pelluco el gran balneario del sur que siempre se ha soñado. Y para lo cual es indispensable hacer prevalecer una conducción vehicular prudente y acabar con las carreras clandestinas de autos y motos en esa zona. Además de mejorar las ornamentaciones aledañas, como el monumento al barco que lo han atiborrado de rejas.
Caminante, conductor, no es necesario hacer hoy camino al andar. Los hacen y de alta calidad.