Escuela de Ilque se une con Levantemos Chile para construir prebásica
EDUCACIÓN. En un par de años el recinto cambió planes de cierre por baja matrícula a una urgente ampliación.
El destino de la Escuela de Ilque cambió de manera radical. De estar muy cerca de cerrar sus puertas, revivió para generar un espacio mucho más grande y con nuevos desafíos.
El más importante, por lejos, es la construcción de la prebásica. El renacer de este establecimiento educacional se debió -en gran parte- a la llegada de nuevos proyectos habitacionales al sector.
Esta necesidad llevó a que la comunidad educativa se movilizara y consiguiera el respaldo del Desafío Levantemos Chile para materializar su proyecto, el que tendría un costo de unos 178 millones de pesos más los 40 millones de pesos que aportará el municipio de Puerto Montt.
Por este motivo, las autoridades del recinto educacional, junto a las del Desafío Levantemos Chile, se reunieron con el alcalde de Puerto Montt, Gervoy Paredes.
El edil identifica que en la Escuela Lauca sucede algo similar, dado que cerró sus puertas porque sólo tenía un alumno. Sin embargo, ahora la situación cambió y evalúan la posibilidad de reponerla, porque la proyección es distinta. "Para nosotros es importante, porque las escuelas rurales tienen un sistema superior hasta para recibir recursos de parte del ministerio", recalcó Paredes. Sobre el encuentro con la Escuela de Ilque, se llegó a un acuerdo que consiste en que Levantemos Chile financiaría la totalidad de las obras civiles para la nueva escuela de Ilque.
Paredes destaca el que se trate de una de las primeras alianzas público-privadas en la cual entregan una propuesta que será realizada por ellos, pero con el patrocinio del municipio de Puerto Montt.
Además, reconoce la labor del centro de padres y de la comunidad educativa, dado que fueron ellos quienes buscaron la inversión de privados. De hecho, el diseño es realizado de forma voluntaria por un privado, en conjunto con los arquitectos que trabajan en el municipio puertomontino.
Luis Gohde, presidente del Centro de Padres de la Escuela de Ilque, explica que hoy 18 menores van a clases de prebásica en una casa contigua a la iglesia.
Patricio Oporto, director de la Escuela Rural Ilque, explica que hace un tiempo estuvo con la amenaza de ser cerrada, pero hoy la situación cambió. El apoyo de la comunidad y de las autoridades fue fundamental para el desarrollo de un proyecto que permitiera salvarla. Más aún cuando se considera que con sus más de 170 años, su historia no podía ser "tirada a la basura". De ahí que las actividades desarrolladas no sólo permitieron aumentar el número de alumnos y cuerpo docente, sino que tener locomoción. Hoy están a un mes de reinaugurarla y así recuperar este espacio patrimonial.
Y por eso el desafío está en preparar a los niños desde la parvularia, desde el kínder y el prekínder, cursos para los cuales no tienen espacio físico.
Reconoce que la proyección es positiva, dada la instalación de nuevos proyectos habitacionales, como Pocuro. "Hemos tenido una buena aceptación de los papás de esa población que han visto en esta escuela un espacio hermoso para sus hijos, con áreas verdes y por tratarse de un proyecto inclusivo".