La radical decisión adoptada en Francia, de prohibir los celulares dentro de los colegios, y una reciente investigación realizada por la Universidad de Los Andes, sobre los efectos del uso de los teléfonos inteligentes en los aprendizajes de los estudiantes, abrió el debate sobre qué medida tomar respecto a los aparatos en los establecimientos.
Mediante entrevistas a 300 escolares de entre 10 y 18 años y a sus padres, los académicos de las facultades de Comunicación e Ingeniería Comercial, Ricardo Leiva y David Kimber, relacionaron el excesivo uso de este aparato y un descenso en el rendimiento académico de los estudiantes.
"Los niños bajan hasta tres décimas sus notas por cada hora de uso de la pantalla brillante", señaló Kimber durante la presentación del estudio, que abordó la problemática desde el punto de vista neurológico, educativo y comunicacional.
Dentro del análisis, se establece que la edad promedio de recepción del primer celular de los estudiantes fue a los 10 años y 4 meses, y que el promedio diario del uso del aparato es de 6,8 horas, ello de acuerdo a lo declarado en las encuestas, siendo mayor el uso en mujeres que en hombres.
En cuanto a la utilización por edades, los niños de 10 a 14 años usan el teléfono principalmente para jugar, ver videos y conectarse con WhatsApp. Los jóvenes de 15 a 18 años usan el teléfono principalmente para WhatsApp, redes sociales y escuchar música.
El 87% de los niños encuestados declara que lleva su teléfono al colegio todos los días, el 71% lo usa dentro de la sala de clases y seis de cada 10 estudiantes reconocen que el celular ha afectado su rendimiento escolar.
La realidad local
No hay una regla universal en los establecimientos educacionales de la zona respecto a la presencia del celular en las aulas. Mientras algunos sencillamente prohíben que el aparato llegue al colegio, otros han desarrollado sistemas para reducir el impacto de los aparatos en los aprendizajes, y en algunos casos, utilizarlos como herramientas pedagógicas.
Faustino Villagra, director del Colegio Inmaculada Concepción de Puerto Varas, y presidente regional de la Federación de Instituciones de Educación Particular (Fide), sostiene que los establecimientos deben adaptarse a los tiempos y a la tecnología existente, y tomar esto como una aporte y no como una amenaza.
"La idea es que el celular se convierta en un medio de apoyo al aprendizaje direccionado por los profesores. De ello tenemos ejemplos, como el uso de aplicaciones que permiten el acceso a bibliotecas en línea, lo que hemos incorporado en la enseñanza media. El uso del teléfono celular, está al criterio del profesor jefe de cada curso, quien evalúa si lo utilizará como un medio de apoyo al aprendizaje. En algunos cursos contamos con una caja, donde al inicio de la jornada diaria depositan sus aparatos, y los retiran al término de las clases".
El tema también fue abordado por el Instituto Alemán de Puerto Montt, que justamente adoptó una determinación respecto a los teléfonos celulares, la que será comunicada a los apoderados en los próximos días.
"No consideramos la acción de requisar el celular, no obstante si el profesor sorprende al estudiante utilizando en aparato en clases, registrará la situación en el libro y le informará lo ocurrido al apoderado. Tras ello se aplicará una de las sanciones aplicada en el reglamento interno, que va desde una carta de compromiso hasta una suspensión dependiendo de lo reiterativo de la falta, lo que será determinado por el Consejo de Profesores", detalló el rector Gabriel Saldivia.
Diferencias con la edad
Distinta es la manera en que se ha abordado la problemática en el Colegio Alemán de Puerto Varas, donde hay diferencias sobre el uso de celulares, de acuerdo a la edad de los niños.
"Hasta sexto básico no se permite que los estudiantes traigan teléfonos celulares al colegio, por ello su uso al interior del colegio no está permitido bajo ningún aspecto. Desde séptimo básico a cuarto medio se permite el uso del celular durante los recreos, que duran 15 minutos, y la hora de colación, que dura 45 minutos. En la sala de clases se utiliza sólo en algunas actividades de carácter pedagógico dirigidas por un profesor", explicó Christian Kuschel, director académico del establecimiento.
Desde el mundo de la educación pública, la Escuela España en Puerto Montt ha optado por prohibir que sus estudiantes lleven sus celulares al establecimiento emplazado en el centro de la capital regional.
"Nuestro reglamento interno prohíbe que las estudiantes porten teléfonos celulares al interior del establecimiento. Si se extravía un aparato en el interior del recinto, el establecimiento no se hace responsable de dicha pérdida, ello porque no constituye un artículo de primera necesidad", precisó su director, Alberto Riffo.