Eduardo Carmona, director ejecutivo ONG Canales
Hace días asumí la responsabilidad de dirigir ONG Canales, entendiendo la importancia de desarrollar un trabajo colaborativo entre el sector productivo y la educación, para así contribuir e impulsar el crecimiento de las regiones y potenciar las habilidades emprendedoras de los jóvenes. Es un tremendo desafío, que he iniciado de la mano de un gran equipo que lleva años trabajando en virtud de mejorar la formación técnico profesional.
Para esto se necesita de jóvenes empoderados, visionarios, responsables y comprometidos, pero también de directores y profesores de establecimientos técnicos que ven de esta formación el camino para llegar al desarrollo y darle más oportunidades a los más vulnerables. He ahí el fundamento inicial para incentivar su mejoramiento. Es tarea de todos hacerlo. Desde nuestra tribuna, trabajamos a diario por cumplir con esta consigna, pero es indispensable que muchos otros se animen a ser actores de cambio. Aquí, nadie sobra.
Es por eso que asumo este desafío. Para mí es una oportunidad más para servir y contribuir a combatir la pobreza. Lo hice antes en Techo, luego en el Ministerio de Vivienda y ahora en Canales. Siempre con el mismo compromiso y vocación. Posicionar a la educación técnica, medir el impacto (empleabilidad y productividad) del trabajo que realizamos e incidir en políticas públicas, son algunos de los objetivos estratégicos planteados.
Para eso es necesario generar más y mejores alianzas con empresas, instituciones, Gobierno y establecimientos educacionales que fortalezcan el trabajo de la ONG. Hoy, son 57 liceos técnicos profesionales que se han sumado, con cobertura en cuatro regiones desde Los Ríos a Magallanes. Trabajamos de la mano con más de 32 empresas y gremios que creen en la formación técnica como un pilar clave para el futuro de nuestro país. Estos son números que sólo avalan la labor realizada durante años y que nos inspiran a seguir con mayor ímpetu. Para terminar, no puedo dejar de agradecer la confianza depositada por el directorio y reconocer la gran tarea realizada por Cristóbal García, como ex director ejecutivo. Hoy asumo convencido que el fortalecimiento de la educación técnico profesional y la vinculación con los sectores productivos es un arma para combatir la pobreza.
Sobre edificios
y personas
A menos de dos semanas de asumir el desafío como Director Ejecutivo de la Fundación Plades, me gustaría compartir una breve reflexión sobre la construcción de ciudades.
Ciudades o pueblos son el resultado ineludible de un cruce entre sus personas y sus construcciones, pero finalmente son las personas las que hacen una diferencia más potente.
La percepción sobre vivir o visitar una determinada ciudad o lugar, puede ser diametralmente distinta dependiendo de con quién(es) se interactúa. Asimismo, la percepción de calidad de vida en una ciudad se alimenta de un componente muy subjetivo que pasa por la empatía, cultura cívica y capacidad de colaborar de sus habitantes, lo que se potencia (o no) con la calidad de su diseño urbano y equipamiento. Es difícil determinar qué viene primero, si la cultura cívica y capacidad colaborativa lleva a ciudades más bellas y funcionales o bien es al revés… Pero la mayoría estará de acuerdo en que la combinación de los dos factores es esencial para lograr lo que entendemos por "calidad de vida".
Hoy en torno al lago Llanquihue, junto con la inminente ejecución de proyectos urbanos y de equipamiento en todas las ciudades del lago, surgen notables emprendimientos en los más diversos ámbitos, iniciativas que reflejan la calidad de las personas que viven y trabajan en la zona. Organizaciones sin fines de lucro, preocupadas por los humedales de la cuenca, emprendimientos educacionales innovadores que trabajan para que Los Lagos se convierta en una región líder mundial en educación creativa, iniciativas que promueven la navegación inclusiva, redes de monitores ciudadanos del medioambiente, un circo educativo que invita a niños y jóvenes a entrenarse y moverse en las tardes del invierno sureño, emprendimientos culturales y musicales que logran estándares de clase mundial, entidades públicas "jugadas" promoviendo la innovación social en todos los ámbitos y así una lista de iniciativas tan larga que no cabría en esta columna.
Sin duda existen y siempre existirán desafíos y problemáticas de difícil solución, pero se puede ver que los factores sociales y de infraestructura necesarios para alcanzar un desarrollo armónico y sostenible están convergiendo, no sólo en Frutillar, sino que en todas las ciudades en torno al lago.
Tomás Cortese Mena, director ejecutivo Fundación para el Desarrollo Sustentable de Frutillar (Plades)