Atropellos sin autores
En la edición del pasado domingo 25, vuestro diario publicó una muy buena nota del periodista Hernán Osses, con casos de atropellos que no han podido ser resueltos, porque sencillamente no hay indicios que permitan su investigación.
Quisiera manifestar que también hay otro número de casos, a lo largo de la región y del país, en que por desidia de los Fiscales, o razones desconocidas, quienes atropellan salen libres de polvo y paja. Uno de esos fiscales, poco profesionales y faltos de humanidad, es el Fiscal Jefe de Calbuco, don Marcelo Maldonado Álvarez.
Hace casi 10 años, el 30 de abril de 2008, mi mamá fue atropellada por un próspero empresario. Cuatro años después, en febrero de 2012, terminó muriendo producto de las consecuencias de ese accidente. La investigación fue cerrada en agosto de 2008 por el abogado y hoy Fiscal Jefe de Calbuco sin siquiera esperar el informe del Hospital, donde mi madre pudo morir durante los 15 días en que permaneció inconsciente en la UCI, de no mediar el trabajo médico y profesional del personal de dicho centro asistencial.
El Fiscal Maldonado, la misma noche del atropello entregó el vehículo y dejó en libertad a la espera de una citación a declarar que nunca ejecutó al conductor... un próspero empresario de la zona, que aseguró a Carabineros desplazarse por la Avenida Ramón Munita a 50 kms por hora. A esa velocidad, sólo la magia entonces pudo producir el daño que tuvo mi mamá, con lesiones neurológicas, fracturas, y hematomas. Claramente, el Fiscal Maldonado nunca quiso investigar el atropello de mi mamá. Después de dos días (porque hubo un feriado entremedio) recién pude hablar con él. No voy a olvidar nunca esa conversación. Mientras mi mamá estaba en la UCI, inconsciente, luchando por vivir, el Fiscal lo único que me sugería era demandar a la Municipalidad de Puerto Montt por la mala ubicación de los contenedores de basura. Tuve que insistirle para que investigue. La SIAT llegó cinco días después a hacer la investigación científica del accidente. No había testigos directos, y las marcas de frenadas y charcos de sangre habían sido borradas por la lluvia en el pavimento. Al final, los funcionarios policiales, para cumplir con la "orden de investigar" del Fiscal, armaron un informe a base del testimonio del empresario que atropelló a mi madre. El Fiscal Maldonado, con la venia de un Juez de Garantía al que le señaló no tener cómo avanzar más, cerró la investigación y fue respaldado por el entonces Fiscal Jefe de Puerto Montt, por el entonces Fiscal Regional, Rafael Mera, y por el hoy Fiscal Regional, Marcos Emilfork, quien ni siquiera atendió una carta que le envié privada y públicamente al enterarme del "ascenso" que dispuso, al nombrarlo como Jefe de la Fiscalía de Calbuco.
La negligente acción del Fiscal Marcelo Maldonado permitió al autor del atropello de mi madre no responsabilizarse del accidente, ni ante la Justicia, ni siquiera en forma privada con la familia. Quienes han sido víctimas de accidentes de tránsito me van a entender: No se trata de hacerse rico con una tragedia, sino de esperar una mínima consideración y apoyo para rehabilitar a la persona cuya vida fue truncada. Sin embargo, este próspero empresario desapareció. Y de la recuperación de mi mamá se hicieron cargo sus hijos y esposas, y las señoras que nos ayudaban a cuidarle.
Mi madre pasó sus últimos años sin poder caminar ni disfrutar de sus nietos. Recluida en su casa, sin más comodidades que las que pudimos darle para ayudar en su recuperación, pero rodeada de gente buena que nos ayudó a tratar de sacarla adelante. Sin embargo, eso no es justo.
Por eso, ante esta nota buena nota del diario se reabren heridas sobre la inacción de un Fiscal, que por razones que desconozco, a pesar de su poca calidad humana, y falta de profesionalismo ha seguido ascendiendo en su carrera en el Ministerio Público. La muerte de mi mamá, sin justicia en el caso de su atropello es su responsabilidad. Un próspero empresario, integrante del Club de Huasos de Puerto Montt, es también un asesino suelto. Pero peor que eso, tenemos a un Fiscal negligente en un cargo relevante en la región.
JUAN R. MALDONADO. Periodista.
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