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Corte en La Haya: el equipo jurídico nacional iniciará hoy sus alegatos orales

DEMANDA. Chile basa sus argumentos en la validez del tratado firmado en 1904 y en la no obligación de negociar con Bolivia.
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Hoy será el turno de Chile en La Haya de exponer sus argumentos ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con respecto a la demanda boliviana que busca obligar a nuestro país a negociar con el Gobierno de Evo Morales una salida soberana al Océano Pacífico

Tras los alegatos orales del país altiplánico, que tuvieron lugar el lunes y el martes, el equipo jurídico nacional aprovechó la jornada de receso de ayer para realizar los últimos preparativos antes de iniciar, hoy a las 06:00 horas, su respuesta a la exposición boliviana.

El Presidente Sebastián Piñera, en los días previos, ha reiterado que no hay temas fronterizos pendientes ni obligación de negociar con Bolivia en virtud de un tratado suscrito en 1904, argumento que, probablemente, estará en la presentación que hará Chile hoy y mañana ante la Corte.

"Nadie puede desconocer el tratado y nadie nos puede obligar a ceder un centímetro cuadrado. La soberanía (de Chile) se mantiene íntegra", subrayó, por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Ampuero, quien encabeza la delegación chilena en La Haya.

Demanda y juicio

Los alegatos ante el tribunal los inició Bolivia el lunes y los siguió el martes, oportunidades en las que la delegación del país altiplánico renovó ante los jueces su demanda de tener un acceso libre al mar. Entre los argumentos, Bolivia presentó un recuento de los varios compromisos adquiridos por Chile para negociar una salida al litoral, enclave que perdió en la llamada Guerra del Pacífico (1879-1883).

El juicio, en tanto, se originó a partir de la demanda que hizo Bolivia en abril de 2013 ante la Corte Internacional de Justicia en contra de Chile, para que el tribunal declare la obligación de negociar de buena fe una salida al mar en base a los compromisos incumplidos a lo largo de la historia para dar solución al diferendo.

Chile objetó la competencia del tribunal de la ONU, pero el 24 de septiembre de 2015 la Corte de La Haya se declaró competente en el caso y pidió que el proceso continúe con la presentación de alegatos escritos por parte del demandado.

Tras la presentación chilena, que continuará mañana, los alegatos seguirán la próxima semana. El lunes 26 será el turno de Bolivia, mientras que el miércoles 28 será el de Chile.

La defensa Chile se sustenta en dos bases. La primera es la validez del tratado firmado en 1904 y la segunda es que las conversaciones que se han dado hasta la fecha entre ambos países respecto a este diferendo no obedecen a una obligación de negociar.

El mismo Piñera reiteró el lunes, luego del inicio de los alegatos orales, que "Chile no tiene temas limítrofes pendientes con Bolivia y, por lo tanto, no tiene ninguna obligación de negociar temas limítrofes con Bolivia".

"amante de la paz"

Piñera agregó que el tratado que Chile y Bolivia firmaron en 1904 fue "válidamente celebrado", que se encuentra vigente y que fijó "de forma clara y precisa" los límites entre ambos países. Además, agregó que Chile ha sido siempre "amante de la paz y respetuoso del derecho internacional y los tratados", por lo que prometió "cumplir y hacer cumplir" el acuerdo de 1904, aunque también se mostró abierto al diálogo.

"Chile también está dispuesto voluntariamente a escuchar y dialogar con Bolivia en el entendido que esa es la mejor forma de conducir las relaciones entre dos países vecinos", aseguró.

"culpa de males"

El ministro Ampuero, por su parte, acusó que Bolivia, con sus argumentos, "culpa de todos sus males a Chile" y que el país vecino "debe asumir su propia cuota de responsabilidad en lo que ha sido su destino".

"Siempre sorprende cuando se desvirtúa la historia a través de un relato completamente unilateral, que ignora muchas cosas", agregó el canciller.

Guillier: "No hay obligación de negociar"

El senador Alejandro Guillier, parte de la delegación chilena en La Haya, reiteró ayer que "Chile tiene derecho" a negociar una salida al Océano Pacífico con Bolivia, "pero no una obligación". En conversación con radio El Conquistador, el ex candidato presidencial de Fuerza de la Mayoría se refirió a los alegatos bolivianos y señaló que "pretender que hay un conflicto que hace imposible la convivencia es falso". Además, aseguró que "Bolivia hace una demanda mínima y una demanda máxima para ganar algo en cualquier situación".

Preparación de los alegatos de Chile

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Pedro Díaz P.

Director de la Escuela de Administración Pública, UACh, desde Holanda

ELa En el día en que no hay audiencias en La Corte Internacional de Justicia, los equipos jurídicos de Chile y Bolivia no descansan. Lo anterior, en virtud que Chile debe presentar no sólo sus argumentos sino también cuestionar los alcances de aquellos que presentó Bolivia en las dos primeras jornadas, y Bolivia prepara su segunda ronda de alegatos estando muy atento a los argumentos que presentará Chile.

Pues bien, y atendiendo a lo que es la presentación que realizará nuestro país, el equipo jurídico nacional entregará argumentos que buscan evidenciar que Chile no tiene una obligación de negociar en favor de Bolivia.

Al respecto, es de esperar que Chile haya aprendido del análisis que hizo La Corte durante la excepción preliminar y así no insista con el argumento de acusar a Bolivia de querer revisar el Tratado de 1904.

Si Chile insistiera con este punto, especialmente después que Bolivia declarase ante propia Corte que el Tratado de 1904 está vigente y que su reclamación de negociación no considera los territorios que perdieron a comienzos del Siglo XX, el Alto Tribunal considerará que la defensa de Chile es limitada y no encuentra la forma de refutar los postulados de fondo que presentó Bolivia.

Ante esto, Chile debiera comenzar por objetar los alcances que Bolivia les imputa a las distintas manifestaciones que ha tenido nuestro país a la hora de relacionarse con ellos en la temática asociada a la reivindicación marítima boliviana.

En ese sentido, Chile debiera configurar que estas interacciones son propias de la diplomacia y de la política, y muy ajenas al campo jurídico, por lo que sus efectos jamás podrían producir obligaciones jurídicas. A su vez, debiera profundizar en los problemas de codificación que ha tenido los Actos Unilaterales de los Estados en la Comisión de Derecho Internacional de Naciones Unidas a fin de invalidar la posición boliviana relativa a configurar algunos actos de Chile dentro de esta doctrina.

Resulta muy deseable que Chile también se pronuncie respecto a la aquiescencia y al silencio como elementos que configuran una manifestación de la voluntad y lo haga en función de los argumentos bolivianos.

Chile también deberá cuestionar los alcances de las resoluciones de la OEA como fuente de obligaciones para el caso de Bolivia. Esto debería hacerlo evidenciándose como un Estado que ha objetado en forma sistemática esas resoluciones, aduciendo a que el tema siempre se ha enfocado desde la bilateralidad. Por último, Chile debiera expresar lo peligroso que es para el sistema internacional un potencial fallo favorable a Bolivia, ya que eso supondrá el fin de las negociaciones como mecanismo pacífico de solución de controversias internacionales.