Los buenos ejemplos hay que destacarlos e imitarlos. Sobre todo, si provienen de modestos y esforzados isleños, que sólo anhelan contribuir a la protección medioambiental, pensando en el presente y en las generaciones futuras.

En el archipiélago de la vecina Comuna de Calbuco, en la isla Huar, un grupo de sus habitantes, que aman el entorno natural y su fauna, sobre todo la diversidad de aves que existen en sus humedales, -con el fin de proteger esos hábitats-, decidieron organizarse de la mejor forma posible. Así surgió la Agrupación Medioambiental Defendamos Isla Huar, cuya misión será el amparo y preservación de esas áreas silvestres insulares. Y, al mismo tiempo, impulsar las habilitaciones necesarias, como la indispensable conectividad con los humedales, para posibilitar visitas turísticas de contemplación de aves como los cisnes de cuello negro, taguas, entre otras existentes.

Hasta ahora, esas lagunas y sus creaturas están siendo amenazadas por la irresponsabilidad e inconciencia humana, expuesta en la basura que allí se está arrojando y en la sobreexplotación del musgo de la turbera también conocido como pompón. Lo que afecta y daña los espacios de subsistencia y nidificación de las diferentes especies.

Ese es el desafío de la naciente agrupación ambientalista: resguardar a esos invalorables ecosistemas. Tarea en la que ha encontrado el importante y oportuno apoyo del Fondo de Protección Ambiental del ministerio respectivo, luego de la acogida al proyecto. El cual incluye la formación de monitores ambientales y la clasificación de los humedales, además de realizar un inventario y un censo de las aves migratorias y acuáticas.

Ese temple y vocación ecológica -como el de los entusiastas vecinos de la isla Huar-, que han decidido transformarse en celosos vigilantes de los humedales isleños, es el que tanto se requiere para no destruir -con irresponsable inconsciencia depredadora y negligente actitud contaminante- nuestra hermosa naturaleza y sus creaturas. Símbolo de equilibrio medioambiental, de vida y felicidad.

No hay dudas de que el nuevo intendente Harry Jürgensen Caesar llegó al cargo creyendo que la región era su "fundo" o la feria en la que se desempeñó como gerente durante largos años. Porque, claro, en dichos espacios hasta el mínimo vozarrón de la hoy autoridad regional es sinónimo de temor de sus subalternos. No obstante, se equivocó al llegar al cargo con altanería y prepotencia, porque su discurso se contradice absolutamente con el del propio Presidente de la República, Sebastián Piñera, quien ha sido enfático en señalar que a los funcionarios públicos se les debe respetar siempre y que él sólo tiene aprensiones con "los operadores políticos", quienes llegan a cobrar el sueldo sin trabajar, cuestión que comparto plenamente. El intendente Jürgensen las emprendió de manera vejatoria contra los funcionarios públicos que ganaron cargos de Alta Dirección Pública (ADP), sistema creado en Chile justamente para evitar los cuoteos de carácter político y dar estabilidad a aquellos servicios que han elegido profesionales de primer nivel para el desempeño de sus funciones. Nadie duda de que los cargos de confianza (gobernadores, seremis, directores de servicio sin ADP) deben dar el paso inmediato a las figuras de un Gobierno entrante que ganó legítimamente en las urnas. Pero ello no implica, bajo punto de vista alguno, que quienes hoy son directores vía ADP permitan que transgredan sus derechos laborales, porque la autoridad de turno de manera "prepotente" así lo exige. Jürgensen debiese preocuparse de aquellos jefes de servicio que estuvieron en el primer Gobierno de Sebastián Piñera, quienes cuando ganó Michelle Bachelet se hicieron los de "centroizquierda" para quedarse en los cargos, y hoy pretenden nuevamente permanecer en la administración de derecha. Mercenarios como esos hay varios, empezando por algunos ligados al ámbito pesquero.

Con respeto, llamo al intendente a que pongamos sobre la mesa los temas de interés regional. Fiebre Q, crisis hídrica, vivienda sin deuda, conectividad, deporte y tantos otros. Las persecuciones a funcionarios públicos fueron parte de otra época de la historia de Chile.

Fidel Espinoza Sandoval.

Diputado de la República. Región de Los Lagos.