Historias de vida de los inmigrantes que llegaron al Hospital de Puerto Montt
APORTE PROFESIONAL. Hace 10 años comenzó su arribo y hoy son fundamentales en la atención médica.
El Hospital de Puerto Montt (HPM) está dando contundentes muestras de ser un recinto que acoge a los inmigrantes. "Queremos ser inclusivos. Yo no estoy tranquilo. Hay que buscar mucha más proximidad, más comprensión", reconoció Yuri Carvajal, director de ese centro asistencial, durante una reciente ceremonia interna, con la que reconocieron el aporte de la comunidad de médicos extranjeros que se desempeñan en ese establecimiento.
Del total de la dotación médica, un 20 % lo constituyen extranjeros. En ese grupo, más de un 80% son venezolanos.
La doctora de esa nacionalidad, Rosalyn González, resaltó que hace dos años que comenzaron a llegar a la región. "Chile fue un proceso de selección de estar en un país que nos recibiera, que pudiera tener estabilidad y que nos permitiera seguir desarrollándonos. De toda América del Sur, Chile es el país que ofrece eso, tecnología de punta, académicamente es el más preparado y eso es lo que los venezolanos queríamos", expuso la endocrinóloga.
Todo ello, dijo, no lo encontraban en su tierra. "En los últimos 20 años, Venezuela ha sufrido un proceso en el que la política ha tenido que ver con la economía. La afectación económica, la falta de garantías y seguridad, fueron las características más importantes por las cuales decidimos emigrar".
El primer médico
En ese escenario, el primer médico venezolano que llegó a Puerto Montt, fue el pediatra Anselmo Campos, quien recordó con exactitud ese día: el 23 de enero de 2016.
Sobre su arribo a la zona, recordó que conoció a varios chilenos "que recibió Venezuela en la época dura de acá. Hubo un tiempo que me preguntaron si me quería venir. El compromiso era venirse a una región que no aportaban médicos extranjeros. Entonces, acepté el reto y me insertaron aquí, en Puerto Montt".
Tras cumplir con todos los trámites en la PDI y Extranjería, supo que era el primero de su nacionalidad en Puerto Montt. Con ello, también inició el proceso de validación, lo que siguió su asignación al Hospital de Calbuco, donde sigue trabajando. "Le agarré mucho cariño y trato de mantenerme allá. Me gusta el trabajo allá. Lo comparto con la atención en la Urgencia Pediátrica y hago rondas a las islas", detalló.
En cuanto a su futuro, tras 24 años de desempeño profesional, reconoció que "me gustaría quedarme en la región. Afortunadamente, ya tengo mi permanencia definitiva. Ya me puedo quedar, pero seguimos trabajando, seguimos aportando", enfatizó.
También de colombia
La enfermera colombiana Herminia Rodríguez es más antigua aún en el HPM, ya que su ingreso se produjo en 2009, atraída por una convocatoria del Servicio de Salud del Reloncaví, para cubrir un cupo en Hornopirén.
"Me presenté al Servicio de Salud y se dieron cuenta que no sabía donde estaba ubicado geográficamente Hornopirén, así que me recomendaron que me viniera al hospital, por la experiencia que traía", expuso.
La ahora supervisora del quinto piso Médico-Quirúgico del Adulto, comentó que "ha crecido mucho este hospital, desde que estábamos en Seminario. Tiene la más alta tecnología y está preparado para resolver todos los problemas que tienen nuestros pacientes".
En el ámbito personal, recordó que no le fue fácil insertarse en la sociedad puertomontina, especialmente por sus tradiciones y modismos, pero asegura que "ya corto leña, astillas y sé encender la calefacción lenta".
Agregó que más dificultoso resultó adecuarse desde su clima caribeño natal, a las bajas temperaturas del sur de Chile.
"La comida también es un poco distinta, pero poco a poco uno va incorporando la mezcla y se adapta con facilidad", remarcó.
En Puerto Montt vive con su esposo, que es odontólogo; y su hija, que es estudiante. "Hemos sido muy bien aceptados. Para mi hija insertarse en el mundo estudiantil fue bastante bueno. Se integró y aprendieron a conocerla; lo mismo le pasó a ella. Eso permitió que tenga grandes amistades, con las que ha crecido".
A pesar de los años en Puerto Montt, Herminia mantiene el acento. Aunque asevera que "para nuestro pueblo colombiano, hemos cambiado nuestra forma de hablar y ahora nos dicen que somos chilenos; y para Chile, todavía se nos escucha el acento colombiano".
Esta mezcla de culturas y nacionalidades no les ha afectado y, por el contrario, tienen resuelto como familia seguir en Puerto Montt. "Nos vamos a nacionalizar, así que nos quedan muchos años de vida acá".
Recién llegada
Una de las más recientes incorporaciones de profesionales extranjeros al HPM, es la dominicana María Altagracia Díaz, becada de Cirugía de la Universidad San Sebastián.
"Vengo de una familia que viene inmigrando. Llegamos a Ecuador y desde ahí a Chile, país que me dio la oportunidad de realizar esta beca, financiada por el Ministerio de Salud".
María Altagracia se siente muy agradecida por haber sido aceptada para su perfeccionamiento médico. "Chile me está dando la oportunidad para formarme como especialista, siendo una profesional dominicana", rescató.
La futura médico cirujano, remarcó que su situación demuestra que "Chile es un país con puertas abiertas, donde no hay discriminación ni xenofobia y que las oportunidades están. Siempre que uno cumpla con los requerimientos y ponga empeño, puede salir adelante", subrayó.
Para el doctor Fernando Íñiguez, presidente del Regional Puerto Montt del Colegio Médico, recordó que hace unos años había sólo un médico y que "ahora son decenas".
Añadió que "han tenido suerte de haber coincidido con un nuevo hospital, que está en expansión, que necesita gente, porque no ha tenido suficientes médicos chilenos para llenar esos cargos. Han venido a ocupar un vacío que había".
de la dotación de médicos en el Hospital, son extranjeros. Entre ellos, los profesionales venezolanos son mayoría. 20 %
médicos de diversa nacionalidad trabajan en el HPM. De ese total, 64 son venezolanos, afirmó el director de ese recinto. 81