El padre Nelson González dijo que conocía a Adán Marileo desde principio de la década de los 90´. "Yo estaba a cargo de la radio Pangal de Maullín, y un día transmitimos un partido de fútbol desde Tegualda, pero no había señal de celular, por lo que le dije a Adán que se fuera al cerro, para que transmita desde allá. Cada vez que había un gol, le levantamos los brazos, y mientras gritaba el gol, iba otra persona y le decía quién había convertido el gol".
Su permanente colaboración con los vecinos de Alerce, su vida en familia y las anécdotas, marcaron el funeral del destacado vecino y funcionario de la Delegación Municipal, Adán Marileo Ruiz, quien perdió la vida al ser atropellado el sábado pasado en la madrugada mientras caminaba por la Ruta Alerce.
El accidente de tránsito ocurrió alrededor de las 4 horas en la pista que va de Puerto Montt hacia Alerce, a pocos metros del puente Arenas.
Allí, un vehículo lo atropelló y le quitó la vida, huyendo el chofer con destino, hasta el momento, desconocido; lo que es indagado por la SIP de Carabineros, el Labocar y la Siat.
Fueron alrededor de mil personas, entre residentes, organizaciones sociales y vecinales, que llegaron al último adiós de Adán Marileo, conocido en el ámbito de la cultura y folclor en Puerto Montt desde la década de los '80.
Tras la misa en la Parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, el cortejo fúnebre prosiguió con destino al cementerio de Alerce Histórico.
El momento de mayor emotividad fue cuando el hijo de Adán, Marcelo Marileo, lo despidió al comenzar el oficio religioso.
"Tus perros y tus gatos eran tus favoritos y siempre los ayudabas. Estabas orgulloso de tu apellido mapuche, y eras feliz con tu familia; pero extrañaré que nos despiertes cantando y haciendo hablar a tu gato, y cuando llegabas en la tarde, lo hacías hablando con tus perros", manifestó.
Emocionado, Marcelo Marileo dijo que añorará a su padre, especialmente a la hora de mirar televisión, abrazados.
"Extrañaré, cuando gritabas nuestros nombres haciendo distintos tonos, y cuando te preguntaban dónde estabas, respondías 'en tu corazón'. Otra de las frases que nunca más olvidaré es la que decía que ´todos tenemos derechos a comer pancito´".
En la parroquia, estaba la comunidad mapuche del sector, autoridades locales, la banda municipal que acompañó el funeral y los Bomberos de la Novena Compañía, que lo despidieron con una cortina de agua.
"La historia de Alerce Histórico la construyeron quienes hicieron patria acá, y Adán era un enamorado de la vida, alegre, luchador y un emprendedor", manifestó el padre Nelson González, quien era amigo desde hace muchos años de quien también fue un comunicador radial.
La misa junto al padre Nelson, fue oficiada por el sacerdote Mauricio González, quien también reconoció el valor familiar arraigado en Adán.