Siempre se ha dicho que de los momentos de apremio, de dificultad, surgen oportunidades; pero que no todos saben aprovechar. Y eso es lo que ha hecho el Sindicato de Pescadores Artesanales de Anahuac, que tras la crisis de la "marea roja" y la escasez de productos marinos para su extracción, han buscado diversificarse, a través de una ruta turística que refleja lo mejor que saben hacer: pescar. Así fue como el pasado viernes se lanzó el "Tour de los Pescadores", iniciativa que intenta poner en valor el tradicional oficio de los "hombres de mar" de Anahuac, transmitiendo sus vivencias y develando los secretos para regresar día a día con los frutos del Pacífico.
El hito no es menor, porque rescata una labor ancestral y pone en relieve lo mejor que tiene Puerto Montt, que es salir a recorrer su bahía y disfrutar de su paisaje y de su rica despensa marina. Ya lo han dicho destacados chefs, que alaban la amplia oferta de productos del mar que posee esta capital regional; y ahora, los pescadores de Anahuac, han puesto en valor su oficio, compartiendo con turistas nacionales y extranjeros, aquel vínculo indisoluble con el mar.
Y lo valorable de la actividad que intentan promover, es que rescata lo mejor que tiene Puerto Montt, tan carente muchas veces de identidad, y que se debate en discusiones respecto de su vocación, si acaso es comercial, de servicios u otros; cuando su esencia está en el mar y en sus productos.
El tema no es trivial, si consideramos que Pacheco Altamirano, Manoly y tantos otros se inspiraron en nuestra bahía; la vocación comercial y de subsistencia ha estado vinculada al mar, y la fama contemporánea ha estado ligada a la gastronomía de los productos del océano, que mediante esta iniciativa se realza.
La pesca artesanal de la zona sigue vigente, con iniciativas como ésta o la planta de procesos que impulsan en la propia caleta con el apoyo estatal; o con otros productos turísticos que ahora pueden desarrollar gracias al aporte de la familia Kochifas, que hace algún tiempo les donó dos embarcaciones para diversificarse y pasar de los lamentos a la acción.
Con hechos como los descritos, ciertamente se pone en valor a la caleta y su gente, pero de paso, se logra potenciar la alternativa de Puerto Montt como destino turístico, de la mano de aquellos atractivos que nos permiten decir con orgullo lo que somos: gente de mar al servicio de los visitantes.