La magia de Philip Glass brilló con el talento de Levingstone
TEATRO DEL LAGO. Concierto de despedida de 2017 tuvo a destacado pianista y al Ensamble haciendo un grupo perfecto.
Lo de Bruce Levingstone, ayer en el Teatro del Lago, por momentos fue sencillamente sobrecogedor, en otros energéticamente apabullante, y en resumen majestuoso. Talento puro del pianista estadounidense que expresó a cabalidad y por eso en el coloso frutillarino dejó en claro por qué es reconocido y admirado en el mundo entero.
Los volcanes de fondo, las aves revoloteando en el exterior y el sol despidiéndose en el atardecer, fueron los elementos que acompañaron a un encuentro diferente y más íntimo. El anfiteatro y no el escenario principal del reducto, fue el espacio elegido para la presentación y, por supuesto, no defraudó.
Melodías de Chopin, Schubert, Strauss y, principalmente del homenajeado Philip Glass, colmaron de emoción a los cerca de 200 asistentes de una sesión que dio la despedida con broche de oro a la temporada 2017 del teatro.
Más que una figura
Pero la portentosa presentación de Levingston no fue lo único que se pudo disfrutar. "Un viaje por el tiempo", como se denominó el espectáculo, también tuvo el derroche de calidad musical de los integrantes del Ensamble Teatro del Lago; maestría en cuerdas o flautas que tuvo una sincronía perfecta con las melodías suaves y rápidas que el invitado estadounidense ejecutaba desde el piano Steinway & Sons dispuesto para la ocasión.
La música hizo una pausa para la intervención hablada de Levingstone que aprovechó el momento para contar anécdotas de Glass y reír junto al público. Sonidos de películas fue el corolario de su presentación -melodías escritas para Drácula incluidas- dando paso a la ovación.
Acústica perfecta y admiración general de los asistentes -la especialidad de la casa- coronaron una jornada para el recuerdo, que por momentos transportó a todos a otros lugares y tiempos. Mirando hacia el lago, con música cargada a la pasión, todo parecía el final de una gran película, esa que el teatro del lago nos regaló todo este año y que al final, justo antes de aparecer los créditos, tuvo una de sus escenas más emocionantes. Final perfecto.