Un nuevo acontecimiento -de enorme trascendencia para el presente y porvenir de Chile- es el que se vive hoy desde Puerto Montt y a lo largo y ancho de nuestra franja territorial: la elección presidencial 2017, cuyos protagonistas son Sebastián Piñera Echenique (Chile Vamos) y Alejandro Guillier Álvarez (Nueva Mayoría), quienes llegan a la decisiva definición luego de intensas campañas promocionales de sus programas y en medio de un ajustado pronóstico.
Una vez más, por su parte, las Fuerzas Armadas, Carabineros y la PDI, han desplegado en la zona más de un millar de efectivos, que velarán por el orden y la tranquilidad del episodio, de acuerdo a los cauces democráticos que caracterizan al país en estas circunstancias. Así como también el Servel se manifiesta como digna garantía de transparencia del proceso eleccionario. Manteniéndose a la expectativa, ante cualquier emergencia, entidades como Bomberos, Defensa Civil, Cruz Roja y colaboradores.
Mientras que desde el ámbito gubernamental, se han adoptado todos los soportes indispensables para un transporte eficiente de los votantes que habitan en las zonas apartadas e insulares, tal como se hizo en las recientes elecciones de presidente, parlamentarios y consejeros regionales.
La gran aspiración de las autoridades es que, en esta oportunidad, ningún ciudadano se quede sin emitir su voto. Y así, cumpliendo sus deberes cívicos, se haga partícipe directo en la marcha y porvenir de su país, al elegir a quien considere poseedor de los méritos suficientes, para que sea el Presidente de la República que guiará esos destinos en los próximos cuatro años.
Lo primordial es votar. Y que ese acto democrático y republicano se confiera a quien represente mejor los ideales y anhelos de los chilenos de alcanzar una vida más digna, tranquila y feliz. Sin odios ni violencia, en paz y unidad, en respetuosa y solidaria convivencia. Donde el bien común y la grandeza de nuestro país, sean el emblema que, gallardo, ondee junto al tricolor patrio de cara al futuro.