Trump reconoce a Jerusalén como capital de Israel y el anuncio causa convulsión mundial
CONFLICTO. El Primer Ministro Israelí, Benjamín Netanyahu, tildó de "justa y valiente" la decisión, mientras que países como Turquía y Egipto, aliados de EE.UU., la rechazaron en duros términos. Hamas: "Medida abrirá las puertas del infierno" para Washington.
El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó ayer que su Gobierno reconocerá, a partir de ahora, a Jerusalén como la capital de Israel. A su vez, ordenó iniciar un proceso de varios años para trasladar la embajada estadounidense en el país.
"He determinado que es hora de reconocer oficialmente a Jerusalén como capital de Israel", dijo el Mandatario norteamericano, en un discurso desde la sala de recepciones diplomáticas de la Casa Blanca y minutos antes de firmar el acta donde hace oficial el reconocimiento de Jerusalén como la nueva capital de Israel.
El Presidente Trump explicó que su decisión se basó en "reconocer algo obvio" y que los anteriores mandatarios estadounidenses no quisieron aceptar "quizás, por falta de valentía".
"Esto no es nada más ni nada menos que un reconocimiento de la realidad. Es lo correcto, algo había que hacer", argumentó el Mandatario.
Con esta decisión, Estados Unidos se convierte en el único país que reconoce a Jerusalén como capital de Israel. Ninguna nación tiene su embajada en la disputada ciudad, cuyo sector oriental fue ocupado por Israel en 1967, hasta entonces bajo control jordano, como resultado de la Guerra de los Seis Días.
El futuro estatus de Jerusalén es uno de los puntos de disputa centrales en el conflicto entre Israel y los palestinos. Naciones Unidas se declaró, en 1947, a favor de una administración internacional de la ciudad, de altísimo componente sagrado por los creyentes de las tres principales religiones monoteístas del mundo: cristianos, judíos y musulmanes. Aunque Jerusalén ha sido el foco de historias de división y conflicto entre los pueblos de estas religiones y culturas, a todos los une la veneración que sienten por la ciudad sagrada.
Respecto a los sitios sagrados de Jerusalén, Trump aseguró que "se mantendrá el status quo" en esos lugares, al mismo tiempo en que anunció que Mike Pence, vicepresidente de EE.UU., visitará "pronto" el Medio Oriente.
Trump también ordenó que el Departamento de Estado comience el proceso para trasladar su embajada a Jerusalén, la que actualmente está ubicada en Tel Aviv, Israel. Los palestinos reclaman Jerusalén Este como capital de su futuro Estado independiente.
El proceso de traslado de la embajada tardará, al menos, tres o cuatro años, según la Casa Blanca. Esto, debido a que es necesario construir un edificio lo suficientemente grande y seguro para acoger a las cerca de mil personas que actualmente trabajan en la legación estadounidense en Israel.
Donald Trump prometió que la embajada en Jerusalén será "un tributo magnífico a la paz" y subrayó que su construcción cumple con lo ordenado por una ley de Estados Unidos del año 1995, pero que los anteriores presidentes estadounidenses decidieron no implementar.
"Después de más de dos décadas de posponer la implementación de esa ley, no estamos más cerca de un acuerdo duradero de paz", señaló Trump.
El anuncio generó una enorme convulsión internacional, sobre todo en países de mayoría musulmana del Medio Oriente.
Egipto y Turquía, dos aliados de EE.UU., criticaron la decisión de Trump quien, a su vez, llamó a "la calma y la moderación".