María Consuelo Ulloa

El nombre del joven puertomontino de 17 años, Rodrigo Alejandro Díaz Romero, probablemente no le es familiar a la gran mayoría de la ciudadanía o en la comunidad del Colegio Federico Ozanam. Sin embargo, a su corta edad demuestra un talento que ya empieza a descollar a nivel nacional.

A través de su especialidad y pasión, Rodrigo conquistó al jurado del premio Roberto Bolaño, con un cuento que describe como "de horror versus horror".

De este importante galardón, que recibirá en los próximos días en Arica, además de su corta pero intensa trayectoria, conversó la nueva estrella de la literatura local.

-¿Cómo fue el momento en que te enteraste que habías ganado el premio?

-Me enteré el 12 de septiembre y es curioso rememorar ese día, aunque más curioso es rememorar el anterior. Por cuestiones políticas para mí y mi familia el 11 de septiembre es una fecha triste, y en mi colegio, justo para el 11, se realizó una misa celebrando las Fiestas Patrias, es decir, enalteciendo la figura de Chile. Aquello me afectó mucho, con rabia y tristeza de ver niños bailando cueca sobre los cadáveres de los nuestros y sentir que nada de lo que yo hiciese servía. Llegó el 12, recuerdo que estaba en clases y por el celular me llegó un correo anunciando la noticia. Agarré a mi compañero de puesto y sin poder hablar le mostré el correo. Parecía falso, parecía, de hecho, una de esas cosas de las que uno despierta.

-¿De qué trata el trabajo con el que postulaste? ¿Qué te motivó a postularlo?

-El cuento a grandes rasgos habla sobre un hombre que despierta en su departamento y ve una pared llena de fotos, en algunas aparece él, en otras Angela (su pareja), y en otra (la que llama su atención y la que, en definitiva, evoca el desenlace del texto) aparece él, Angela y un niño al que el no reconoce, pero parece ser su hijo. El texto trata de criticar la capacidad que el sistema tiene para llevarte a justificar las atrocidades más grandes con tal de apartar a tus seres queridos del mismo. El protagonista es una víctima del mismo e intenta, de forma extrema, que sus seres queridos no tengan que atravesar ese horror.

-¿En qué consiste el premio y cómo te ayudará en tus proyectos de literatura?

-El premio consiste en un monto efectivo, la publicación de un libro con los ganadores y un viaje a la premiación que será en Arica, el 22 de noviembre. Creo que lo más importante es que llega para decirme que el trabajo literario que estoy construyendo día a día debe tomar rigor y constancia, pues construye los cimientos de cualquier proyecto que yo quiera afrontar de aquí en adelante.

-Tras este logro, ¿tu proyección a futuro en la escritura cambió?

-Creo que no. Las ganas de escribir, o un concepto que trata el mismo Bolaño, que es el vivir poéticamente, venía desde antes, con los chicos del taller de Balmaceda y, posteriormente, con el colectivo "Ahí Nomás". Sin embargo, como dije, sirve para reafirmar algunas cosas, para modificar otras y para comenzar a ser más riguroso en las lecturas que hago y en los textos que escribo, tanto en su redacción como en la revisión de los mismos.

- ¿Crees que el haber ganado este galardón tiene mayor dificultad para alguien que es de fuera de Santiago?

-Es relativo. En estricto rigor para ganar el premio sólo se necesita escribir un texto que el jurado crea suficientemente bueno como para premiarlo, por lo que no importa si uno es de Santiago, Puerto Montt o Antofagasta. Pero sí la "preparación" para el mismo es mucho más compleja, no he revisado a profundidad la lista de ganadores, pero creo que sería irresponsable decir que para alguien de Calbuco le es igual de fácil recibir un premio que para alguien de la capital, por el simple hecho de que el acceso a la cultura no es el mismo. Las autoridades deberían fomentar una lectura entusiasmada, alejada del Simce o la PSU, porque no hay nada más triste que ver un poema de Parra en un ensayo PSU y no hay nada más aburrido que leer bajo presión.

- ¿Desde cuándo te dedicas a escribir? ¿Por qué decidiste comenzar a hacerlo?

- Creo que siempre he escrito un poco, diarios y plagios de canciones o cosas así. Pero la apuesta seria, citando de nuevo a Bolaño, "a vida o muerte", comienza a los 16, cuando escucho a la Camila Mardones leer "La joya sin sangre no brilla" de Francisco Vargas y cuando conocí el manifiesto de Lemebel.

-¿Qué representa Bolaño para ti?

-Para mí es mi máximo referente, es mi punto de partida con la literatura y sin una figura como él, sin un escritor que me mostraste una técnica, un estilo y una vida así, probablemente nunca hubiese comenzado a tomarme en serio esto. Los detectives salvajes es mi libro favorito, y la vida de Bolaño, la del poeta, me fascina profundamente. Creo que su mito, y dar a conocer su literatura a los jóvenes es importantísimo, pero existe cierta censura con respecto a sus textos por los temas que trata y cómo los trata. Él decía que la poesía iba a cambiar cuando leamos bien a Lihn, yo digo que la mirada de la juventud hacia la lectura va a cambiar cuando se lea a Bolaño

- ¿Qué le dirías a gente de tu generación, y de este lado del país, para que se atrevieran a iniciarse en la literatura?

- Decirles sólo que la literatura no es eso que nos muestran en el colegio, tan aburrido y burdo. La literatura es hermosa, conocerla y hacerla aún más. Que existen autores que escriben desde la herida, desde la calle, desde el delirio. No todo es tan académico como parece, no todos son Borges (que por lo demás me encanta), también existe Bukowski o Parra. Eso sí, el mundo literario es un cementerio repleto de zombies, que se niegan a aceptar que están muertos o que nunca vivieron, hay que ir con cuidado, con linterna y, por si acaso, con pistola.