Por estos días, Puerto Montt no deja de llamar la atención, por estar transformado en un relevante polo cultural patagónico. Donde se han dado cita simultáneamente dos encuentros de música clásica en los sectores rurales de la comuna y otro de teatro escolar en nuestra ciudad. Mientras que en España, ya se promueve y cursan las invitaciones para la gran cita del arte histriónico internacional en el invierno del año venidero.
Como se sabe, desde hace unos días se hallan en plena dinámica la Temporada de Conciertos en Las Quemas y el Ciclo Cultural de Música Clásica en Chamiza, conjuntamente con una nueva versión de los certámenes teatrales estudiantiles, que acaba de finalizar con rotundo éxito.
Los puertomontinos debemos estar orgullosos y muy complacidos de este importante desarrollo cultural que va adquiriendo, -con dedicación visionaria-, Puerto Montt. Que de una ciudad algo estática y amorfa, ha pasado a transformarse en una urbe de bullente iniciativa realizadora, muy particularmente en el campo de las artes y la intelectualidad. Donde los citados eventos han logrado repercusión nacional e internacional, muy especialmente en el caso de los celebrados temporales teatrales que están en pleno auge y que prometen sorpresas para la próxima temporada
Llevar la música de los grandes maestros a la gente de nuestros campos, siempre distante de esas posibilidades, es todo un plausible acierto. Amplía el conocimiento, afina la sensibilidad y aporta al bienestar general de las comunidades apartadas, impedidas -por lo mismo- de esos privilegios culturales que singularmente contribuyen también a la felicidad humana.
La industria del turismo -reconocida palanca de progreso regional- se ve, indirectamente, apoyada también por estas actividades relacionadas con las expresiones culturales. Que en la medida que se van enriqueciendo en calidad y variedad, atraen más y más visitantes, cautivados por las artes del tablado y las creaciones musicales.