Javier Andrade Cárdenas
A los 7 años, Luis Ignacio Oyarzo recibió su primera moto para la Navidad. Un regalo que le cambiaría su vida, ya que comenzaba a practicar su gran pasión: el motocross.
Y es que el estudiante del Patagonia College, hoy de 14 años, se encuentra encumbrado entre los mejores de la categoría 85 cc., en una temporada donde ha competido en cuatro fechas del campeonato nacional MX y este fin de semana será parte en el quinto torneo en el circuito de la Laguna Carén, en la Región Metropolitana.
El oriundo de Puerto Montt y que vivió parte de su infancia en el austral Puerto Cisnes, defenderá el quinto puesto que ostenta en el ranking entre los más importantes pilotos chileno de la categoría 85 FIM.
El fin de semana pasado corrió en el Latinoamericano de Motocross en Pucón. Fue el único piloto desde Valdivia al Sur, confrontando a los mejores especialistas del continente y terminó en el lugar 13 de la cita continental.
"Crecí viendo a mi papá que practicaba esta disciplina, el sonido de los motores, el vértigo, todos elementos que me han hecho un apasionado en este deporte", revela el joven motocrosista.
Luis Ignacio recuerda que en ese entonces no tenía muchos lugares para correr, sólo iba a Coyhaique y había pocos niños que compitieran.
A los nacionales
En el 2012, le regalaron la segunda moto, una KTM 50, con la que participó en su primer nacional, cuando se radicaron en Puerto Montt.
"En ese momento, comenzaron los contactos para inscribirme en más carreras, en los zonales de Osorno, Valdivia y Temuco, y me fui abriendo paso en torneos de importancia", resaltó el piloto local.
Ya en el 2015, adquirió una Kawasaki 65 cc. y al año ya competió en la categoría 85 FIM, en la que corre actualmente; aunque también ha incursionado en la de 250 cc en las fechas zonales, con la moto de su padre homónimo.
"Partí en mi primer nacional en Gorbea en el 2015 y seguí luego compitiendo en cinco fechas más y recorriendo Chile. Y este año, llevo el mismo número de certámenes comenzando en una difícil pista en Antofagasta; luego, siguieron Curicó, Talca y Pucón y ahora se viene la Laguna Carén", detalla.
Luis Ignacio Oyarzo confiesa que este 2017 ha sido de mucho sacrificio, entrenando con lluvia, en una zona donde no hay muchos espacios para prepararse. "Cualquier tarde libre que podemos nos vamos a una pista en Loncotoro, que me sirve igual para practicar, hay otra en Lagunitas pero en realidad faltan", recuerda.
Para el deportista, los sueños son muchos: terminar ente los cuatro mejores y el 2018 contar con el apoyo de más empresas para seguir escalando y representar bien a esta ciudad.