Buenaventura Martínez
En la edición dominical del 1 de octubre, bajo el titular "Los mitos que rondan a la historia regional", se pretende disminuir la importancia de Buenaventura Martínez Díaz, al punto de ser calificado como "un tipo más limitado".
Está suficientemente documentado que Martínez Díaz, además de ser condecorado con la Cruz de Casma y ascendido a Capitán de Corbeta por su notable participación en la guerra contra la Confederación Perú- Boliviana; nombrado Comandante General de Marina (1852); y de alcanzar en la Armada el grado de Capitán de Navío, tuvo tal importancia en la historia regional que el Concejo Municipal decidió restituir, en 2003, el nombre original de la Plaza de Armas de Puerto Montt, dándole el de Buenventura Martínez Díaz:
En 1852, al mando del bergantín goleta 'Janequeo', realiza el reconocimiento hidrográfico del río Valdivia y sus afluente. El mismo año, es comisionado para el reconocimiento del surgidero Melipulli, traslado a la zona de los colonos alemanes y levantamiento hidrográfico del puerto de Melipulli. Zarpa desde Valdivia el 16 de noviembre seguido por el velero 'Susanne', conduciendo a los 230 primeros colonos, los cuales desembarcan en Melipulli el 28 de noviembre de 1852. Durante la fundación de la ciudad (12 de febrero de 1853), cooperó activamente en delinear las calles, ponerles nombre, desembarcar la artillería y participar en la ceremonia fundacional. Entre el 14 y 20 de febrero, Martínez realiza el reconocimiento del estuario hasta Ralún y explora el río Petrohué; el 21, explora la costa de Huelmo (Hoja de Servicios de Buenaventura Martínez Díaz por el Mayor General don Williams Rebolledo).
Entre el 25 de octubre de 1853 y 18 de marzo de 1854, al mando del bergantín 'Meteoro', Buenaventura Martínez permanece en Melipulli y ordena la reparación de la balandra 'Fundadora' en el lago Llanquihue, prueba el dique natural de Puntilla Tenglo, la marinería colabora en despejar el plano del puerto y canalizar los arroyos que cruzan en villorrio, explora el río Chamiza. Y, además, a bordo del 'Meteoro' crea, con 12 alumnos, la primera escuela de Melipulli. "En la campaña que este buque ('Meteoro') hizo en 1853 a Chiloé y Llanquihue, se instaló a su bordo una escuela de primeras letras, por disposición de su comandante don Buenaventura Martínez, con asistencia de 12 individuos.
A los seis meses, regresó al Departamento (de Marina) y cesó desde entonces de funcionar dicha escuela" (Informe del Comandante en Jefe de la Armada a Julián Riesco al Ministro de Marina, 1 de julio de 1856).
La narración oficial del capitán Buenaventura Martínez acerca de la fundación de Puerto Montt, fechada en Talcahuano el 28 de marzo de 1853, está contenida en la Memoria del Ministro de Marina presentada al Congreso Nacional ese año.
SERGIO MILLAR SOTO.
Orgullosa del Hospital
No saben lo orgullosa que me siento, con un Hospital como el que tenemos. Uno jamás debe decir "ojalá nunca caiga al hospital". Grueso error, pues nadie está libre.
Fue así como tuve que permanecer en nuestro Hospital por varios días debido a un "accidente vascular", pequeño, pero igual riesgoso. En fin, el tema de mi carta es para agradecer eternamente a quienes forman parte del excelente y agradable personal que me atendió: enfermeras, auxiliares, médicos, paramédicos y quienes hacen su práctica, que son muchos de las diferentes universidades. Todo es maravilloso y limpio. La tecnología de avanzada que tiene es muy importante y así los enfermos tienen su diagnóstico al momento. Todo esto es hermoso, pero debemos cuidarlo. Todos haremos un gran esfuerzo por mantenerlo, guardarlo con cuidado, atesorarlo, porque un Hospital como éste no se regala todos los años. Pido que cada uno de nosotros que asiste al Hospital "Eduardo Schütz", sepa que va a un lugar para cuidar su salud y también a cuidar el establecimiento. Por favor.
CECILIA ÁGUILA SUBIABRE.
Encuestas
En los últimos días, se ha hablado mucho de los resultados de la encuesta CEP y la ponderación de los candidatos a la presidencia.
Sin embargo, cuando hablamos de verdad política, nos encontramos por un lado con lo que los números arrojan y por otro con lo que realmente vive la gente.
No podemos dejar que la opinión pública se reduzca a un par de cifras, o la calidad de un servidor público a un puntaje. Si bien puede ser un síntoma, muchas veces las urnas nos muestran sorpresas (cómo la votación de Sánchez en primarias, pese a su alto puntaje en encuestas).
Debemos valorar a un candidato por lo que nos ofrece en valores y soluciones reales a las urgencias sociales, y no por lo que vende más solamente para opinar o marcar en una popularidad difusa.
CONSTANZA ARAOZ M.