Temor por destrucción de humedales para la construcción de viviendas
JARDÍN ORIENTE. Los vecinos apelan a estudios que impiden construcción en terrenos "vulnerables" y destrucción del hábitat natural.
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Un gran movimiento, formado por la Junta de Vecinos Jardín Oriente, Agrupación Cultural por los Humedales y Entornos Naturales y la Red Nacional de Humedales, pretende paralizar obras de construcción de viviendas para salvar los humedales Llantén y Antiñir en la Avenida Austral.
Dirigentes y vecinos explicaron su temor por la ampliación de la ciudad, de acuerdo a los antecedentes que han venido reuniendo desde hace algunos años. "Los terrenos no son aptos para la construcción", aseguró Washington Vera, uno de los dirigentes, quien recuerda que junto con ello se destruye la fauna y flora, entre ellas, la famosa "ranita chilena" que se encuentra en riesgo de extinción, por el interés gastronómico que ha generado el consumo de sus ancas y que por ello fue calificada como "vulnerable".
Según Vera, el municipio requirió un informe a la Universidad de Concepción, la que concluyó que "esos terrenos son de riegos y altamente vulnerables".
Los vecinos incluso se han manifestado en las calles de sus barrios y ante la falta de respuesta, presentaron un recurso de protección ante el riesgo que lleva la construcción sobre esos rellenos y desvío de las aguas.
Denuncian que en estos momentos el daño inmediato ha sido en contra del colegio Da Vinci y un grupo de viviendas de la calle Aeródromo, bajo la población Jardín Oriente, quienes ante cada lluvia quedan inundados.
Según Vera, se construyó una laguna de decantación cuando debieron haber usado el cauce natural hacia Alerce. Ese desvío está provocando las inundaciones, porque no hay alcantarillas suficientes que puedan sostener las aguas "tanto servidas como de lluvia", comentó, observándose que en las lagunas construidas hay napas subterráneas por donde emergen los líquidos.
"Las aguas servidas están aflorando por las alcantarillas, porque no tienen por dónde escurrir", comentó el presidente de la Junta de Vecinos Jardín Oriente III.
Como en alerce
El temor de los vecinos es que se genere la misma situación que se registró en Alerce, donde hubo que erradicar muchas familias por la construcción de una población sobre un humedal, que luego fue socavando los cimientos de las casas.
El vecino Patricio Zúñiga, que no representa ninguna organización, al igual que Alfonso Pualuan, apoyan cualquier decisión que emprendan las agrupaciones, por cuanto son defensores del hábitat natural y ellos adquirieron viviendas cerca del humedal, donde aves de todo tipo llegaban a anidar o buscar alimentos tanto por las mañanas o las noches, lamentando que ya no se escuchan con su trinar.
"Era un hermoso paisaje. Uno podía venir con los hijos a mostrarles, a enseñarles nuestra naturaleza; pero ahora sólo vemos enormes zanjas que han abierto para que escurran las aguas y puedan secar el terreno para seguir construyendo. Cuando compramos, nadie nos dijo que se construiría hacia este lado ( noroeste)", se lamentan.
Creen los vecinos que las casas podrían haberse construido más hacia el noreste y dejar la laguna como parte del paisaje, tal como se hizo en Valle Volcanes.
"Eso es lo que debieron hacer, construir un parque. Aquí no hubo medidas de mitigación por parte de al empresa y por ello se producen las inundaciones más abajo", dice Zúñiga, recordando que siempre "las aguas recobrarán su cauce, como lo que ocurrió en Chaitén, cuando el río cobró su nacimiento, dividiendo la ciudad, con la erupción del volcán de 2008".