Ayudar a los propietarios de empresas familiares para analizar temas relevantes en la proyección exitosa de esa organización, formó parte del análisis de un seminario-taller organizado por Endeavor, que incorporó conceptos teóricos y reflexiones prácticas.
A cargo de la charla estuvo el consultor y asesor José Rivera, profesor de la Escuela de Administración de la Universidad Católica, quien en un encuentro realizado en Puerto Varas, se refirió a lo que significa ser una empresa familiar en la economía nacional.
Una organización de ese tipo, especificó, "tiene propietarios claros, en poder de una o dos familias, la que además está involucrada en la gestión de la empresa, con la firme convicción de querer heredarla a las futuras generaciones".
El experto especificó que se trata de un modelo de relación empresarial "que es súper común, especialmente en economías como la nuestra, de latinoamérica, que están basadas en pequeñas y medianas empresas, las que en su mayoría son familiares".
Admitió que esa característica de negocios también se observa en conglomerados de mayor tamaño, "de hecho los principales grupos económicos de nuestro país, son familiares. Así que estamos hablando de una empresa con una altísima presencia casi en todas las economías del mundo".
Por eso dijo que es notoria la relevancia de las empresas familiares en todo sistema económico, ya sea desde el punto de vista de su Producto Interno Bruto (PIB), así como en la generación de empleos. "Es un muy buen aporte al desarrollo de un país", comentó.
Recomendaciones
Rivera también se tomó el tiempo para entregar recomendaciones a empresas familiares que están en pleno desarrollo. "Desde que uno decide tener una empresa familiar, nace el compromiso de formarse adecuadamente. Tener una empresa familiar es un desafío, un derecho, pero también un deber para que la gestión de esa compañía sea cada vez más profesional, institucionalizada, con sistemas formales", resumió.
Concluyó que todo emprendimiento de estas características, debe tener "formación, por parte del empresario, de su descendencia, de sus accionistas, de sus ejecutivos".
Durante la primera parte de su exposición, Rivera dio a conocer las cinco principales "trampas" que debe sortear toda empresa. Así fue como se refirió a no confundir tener capacidad profesional, con ser el propietario; al proceso de retraso en la sucesión del mando; y la confusión de los roles de gobierno y de gestión o dirección.
También profundizó en cuanto a no seguir reglas del mercado y a creer que se está inmune a los múltiples problemas que se presentan en una empresa familiar. Además, analizó las fortalezas y debilidades, como la unidad y compromiso, que se pueden enfrentar a la desunión e indiferencia.