Turismo: un activo país
Las cifras que exhibe la industria del turismo en los últimos años hablan por sí mismas: muestran una industria dinámica, que crece bastante por sobre el promedio país; que realiza un aporte significativo al mercado laboral; que hoy representa el quinto sector de la economía en exportación de bienes, y la primera en servicios; que aporta el 10% del PIB de forma directa, indirecta e inducida; y que tiene un enorme potencial de crecimiento. Auge que se vio cristalizado en el primer Summit Turismo Chile 2017, que como Federación de Empresas de Turismo de Chile (FEDETUR) organizamos esta semana, donde participaron 30 expositores nacionales e internacionales y más de 500 asistentes en cada uno de los dos días que duró el encuentro.
El alto interés que concitó este congreso refleja la consolidación que está alcanzando el turismo en nuestro país, y que se observa en el creciente número de visitantes extranjeros que cada año está llegando a Chile motivado por la diversidad de destinos, la amplitud de la oferta turística, la infraestructura, conectividad, calidad del servicio seguridad, entre otros.
Pero tal como se abordó en el Summit y en la Cena Anual del Turismo, este desarrollo nos impone nuevos desafíos, que debemos abordar como sector para hacer de esta una actividad sustentable en el tiempo. Contar con políticas públicas y un marco regulatorio que incentive nuevos emprendimientos y entregue reglas claras a quienes desarrollan el turismo, es clave para la proyección de la industria. Las oportunidades de continuar creciendo están disponibles, pero aprovecharlas dependerá de la capacidad que tengamos por ser eficientes y tener una mirada de largo plazo en esta materia.
ANDREA WOLLETER. Vicepresidenta Ejecutiva de FEDETUR.
Expansión urbana
La expansión urbana que registran muestras ciudades lamentablemente terminan destruyendo su escala humana. Hoy en primer orden nos preocupa la movilidad, la que entendemos como el uso del automóvil. Luego, antes que todo, debemos satisfacer su alojamiento y las personas que se acomoden. Los vehículos ocupan un volumen de varias personas , por tanto nos desplazan.
Varios le cargan la mano a los planes reguladores, pero en verdad el negocio manda; total, habrá luego otro lugar, otra oportunidad de negocio. En gran parte, más que plan regulador lo que falta es proveer de condiciones fuera de la ciudad, de los servicios, agua, energía, entre otros. Pero dirán que debemos hacer eficiente lo existente, así no más crecer.
Otra vez, en manos del mercado arguyendo que lo otro es más caro y quién paga, más fácil es que sea por subvención de todos. Para terminar, mantener, congelar, adecuar es no progresar; no hay desarrollo.
Olvidemos la postal.
DANILO PUSIC BERNAL.
Ley del saco
El domingo recién pasado, entró en vigencia la denominada "Ley del saco" o ley N° 20.949, la cual modifica el Código del Trabajo, rebajando el peso de las cargas de manipulación manual por parte de los trabajadores de 50 a 25 kilos. Lo anterior, puesto que la legislación vigente se encontraba desactualizada en relación los estándares internacionales, los que plantean un valor de 40 kilos bajo circunstancias excepcionales y 25 kilos para proteger al 95% de la población masculina. Si bien, esta regulación contó, principalmente, con la participaron de la Federación Chilena de Industriales Panaderos y la Asociación de Molineros del Sur, entidades que dieron cuenta de las graves consecuencias que tenia el levantamiento de carga para salud de los trabajadores, se debe destacar su alcance transversal. En este sentido, esta normativa abarca a todos los gremios o actividades en las cuales es inevitable que los trabajadores realicen labores de carga manual, por ejemplo, en aeropuertos, tiendas, mercados, cosechadores de frutas, etc. Por lo tanto, disminuir el límite de carga permitida, dice relación con cautelar o proteger la vida y la salud de los trabajadores en Chile, ya que debido al exceso de peso que deben cargar, se generan problemas asociados al síndrome de dolor lumbar, los que traen consigo altas tasas de ausentismo laboral. En este sentido, dicha modificación se debe destacar como un avance en la protección de la salud y de las condiciones físicas de los trabajadores, lo cual va a generar un efecto de disminución de los daños lumbares. Sin embargo, cabe destacar que según el presidente de la Comisión Ergonómica Nacional, las normas internacionales coinciden en establecer como peso máximo de cargas manuales bajo condiciones ideales 50 libras, las cuales serían equivalentes a 22,67 kilos. Por ende, aún queda camino por recorrer para igualar el estándar internacional.
DANIELA ZAVANDO CERDA. Académica Derecho del Trabajo y Seguridad Social. Universidad A. Bello.