Reforma Agraria
Que lamentable los alcances hechos por Agrollanquihue, en un seminario realizado en la Universidad San Sebastián en Puerto Montt, difundido por "El Mercurio" el 26 de agosto actual a propósito de los 50 años de la promulgación de la ley 16.640 de Reforma Agraria.
Se quejan, sus organizadores, de lo que perdieron materialmente con este proceso. Si se busca la verdad completa hay que decir que mientras algunos perdieron sus propiedades por extensas y por abandono, otros, campesinos indefensos perdieron sus vidas en el otro proceso llamado de contrarreforma ejecutado post septiembre de 1973. De hecho, algunos dirigentes de Agrollanquihue pasaron a ser funcionarios claves en el nuevo gobierno militar el mismo 12 de septiembre y uno de los expositores en este seminario pasó entonces de ser agricultor a vestir uniforme desde la Intendencia Provincial, luego alcalde designado y candidato a diputado por la UDI.
Si hemos de hablar, entonces, de Reforma Agraria, hagámoslo admitiendo las atrocidades y asumiendo responsabilidades como también los errores cometidos por quienes dirigieron este proceso de transformaciones a la estructura agraria. Para hablar de la verdad completa tendríamos que hablar, por ejemplo, de lo que pasó en el asentamiento Balmaceda en 1972 en la comuna de Frutillar y las expulsiones desde las unidades reformadas, especialmente en la comuna de Fresia que pasaron a ser parte de la corriente migratoria campo-ciudad que vivió Puerto Montt entonces.
La ley de Reforma Agraria se publicó el 28 de Julio de 1967 y constituye el Día de la Dignidad del campesino y no puede entenderse por separado de la ley 16.625 de Sindicalización Campesina. Era otro momento histórico. Lo debieran saber los investigadores de las Universidades Católica y Los Andes que también participaron como expositores.
Hernán Navarro Alvarado, dirigente social
Isapres
Hace algunos días, los titulares de los diarios nos informaban: "Utilidades de las aseguradoras de salud ascendieron a los $55.646 millones. Cifra representa un 135,8 por ciento más que lo obtenido en el mismo período de 2016".
Una vergüenza ver los titulares con los resultados económicos del lucrativo negocio de las isapres. Más vergonzoso aún, considerando que estos resultados son después de pagarle los enormes y exclusivos sueldos a los privilegiados altos ejecutivos de cada una de éstas. ¿Cuánto se podría hacer por la salud con esas enormes "ganancias"?
Construir consultorios, hospitales o, tal vez, bajar los costos de la "salud" en Chile. Podríamos tener planes de salud más baratos, para no "regalarle" tanto dinero a las isapres.
Parece lo más lógico y sensato, pero, no es tan simple, son demasiados los intereses creados, demasiadas las ambiciones. Es lo que nos diferencia de los países desarrollados. La mentalidad y el egoísmo nos impiden crear sistemas más eficientes y beneficiosos para todos.
Por otra parte, hay muchas personas que cotizan altos planes de salud, 7% más adicional, sin embargo, casi no ocupan su plan, por contar, gracias a Dios, con buena salud. ¿Por qué lo que uno no ocupa en salud, no se puede juntar en una cuenta, similar al ahorro en la AFP, para que al momento de la jubilación, se pueda traspasar, alguna parte, a los fondos de pensiones para tener una jubilación más digna?
No digo que todo se traspase, ya que entiendo que la isapre deba tener alguna ganancia, pero no tanto. Perfectamente la isapre puede cobrar una comisión, pero el saldo es del afiliado.
Anualmente, se podría traspasar los saldos a la AFP para incrementar los fondos y así mejorar la pensión. Es el esfuerzo de cada trabajador. Sería muy justo.
Es la opinión de alguien que le "regala" más de un millón de pesos al año a la Isapre.
Patricia Acuña Pérez
Chiloé
En la inclemencia del invierno en Chiloé surgen llamados de auxilio desde autoridades locales al Estado que nos dejan un claro mensaje: los procesos políticos nacionales están desalineados de las necesidades de los chilotes. Están ignorándose los crecientes desafíos socioambientales, la escasez de agua para las familias, los problemas de conectividad interna, el cambio cultural y productivo que implica la construcción del puente, entre otros. En este contexto, nace Chiloé 2050, una iniciativa de chilotes para chilotes que busca ser el centro del diálogo social del archipiélago, poniendo la vista en la siguiente generación y ya no sólo en la siguiente elección. Chiloé es más que una postal turística, es una tierra llena de fortaleza y resiliencia, no obstante, la histórica postergación que hemos vivido se revive cuando las catástrofes naturales nos aquejan. Es necesario un espacio para discutir y proyectar el futuro.
Rodrigo Gallardo Gallardo y Juan Miranda Arismendi