Delincuencia
Hace un par de días, un joven delincuente de 17 años (tenía un historial de 19 condenas, una por homicidio frustrado), subió a una micro en Santiago con una pistola en la mano, gritó que era un asalto y a entregar los celulares. Una mujer en el pasillo le dio la espalda y caminó hacia el chofer, como en busca de refugio. El antisocial le disparó causando destrucción en el hígado, pulmón y otros órganos que terminaron con la vida de esta madre de un niño pequeño que se dirigía a su trabajo.
Hago este relato, para plantear que es inaceptable que un individuo con ese historial se encontrara transitando en libertad, exponiendo gravemente a la ciudadanía. Más, al saberse que en su última presentación ante un juez, por en homicidio frustrado, el magistrado se negó a la solicitud de la fiscalía de ingresarlo a un centro cerrado para menores.
¿Dónde está la responsabilidad del juez, su criterio? Seguramente su gremio responderá que ellos actúan de acuerdo a las leyes que se dictan en el Congreso. Si es así, ¿por qué no eliminar a los jueces en estas instancias, ingresar todos los datos a una computadora y que ella emita el veredicto?
Estamos a las puertas de una importante elección y hora de ofertas. Doña Beatriz Sánchez recién hizo un compromiso con los animales. Queriendo mucho a los animales, ¿no son más importantes las personas? Por lo menos, en prioridades.
Es por ello que, de Arica a Punta Arenas, los políticos deberían firmar un compromiso de modificar las leyes garantistas, e ir en defensa de la ciudadanía que está desde hace algunos años sufriendo dramas por culpa de esos cuerpos legales venenosos, infectos como un c cáncer que vinieron a malograr la vida en Chile. Y como a los políticos se les cree poco, ese compromiso debe señalar que será su primer trabajo en el Congreso y de desviarse del objetivo, renunciarán. Además como dirán que es complicado, lo primero una Ley Corta que cualquier juez que deje libre a un delincuente con al menos 5 casos y reincida, deberá responder por "negligencia profesional", así como se le exige a los médicos.
Además se debería establecer un programa de trabajo para los condenados para, al menos, amortiguar la carga que significan para el Estado.
Miguel Veyl B.
Sobre reportaje
Deseo hacer una aclaración, en relación al reportaje que se publica en el diario de su dirección, del día domingo 13 de Agosto. Dice: "Manuel Contreras está viendo las fotos de la jornada de rescate" La verdad que la persona, es el Cabo 1° (Enf.) don Manuel Oyarzún, con quien estuve embarcado en el Patrullero "ODGER" de la Armada, a quien aprovecho de mandarle un cariñoso saludo a través de las páginas de este matutino.
Hernán Reyes Ruiz
"Extraviado"
A propósito de que la Región de Los Lagos ocupa el cuarto lugar, a nivel nacional, en cuanto a cantidad de personas extraviadas, recordé a un insigne "perdido": Manuel Liberona Guerrero, prófugo desde marzo y condenado a seis años por participar en una red de explotadores sexuales de niños. Mejor búsquenlo a él.
Enrique Ainol Cortés
Custodia del padre
Es posible entender el sufrimiento de una madre al perder la custodia de sus hijos. Debe ser terrible. Pese a ello, cuesta identificarse con esta madre que se había llevado sus mellizos a Uruguay. No es posible en realidad.
¿Por qué esta madre no puede ser la víctima en nuestra época, y generar identificación en nosotros? Porque si el padre es un buen padre y es capaz de darles amor y cuidado a sus hijos, no parece haber otra razón para llevárselos a Uruguay a escondidas -acción delictual clave por la que pierde la custodia- más que su intento por alejarlos -para protegerlos- de la homosexualidad del padre, como si fuese algo que de por sí dañaría a sus hijos.
Es este temor, el que no podemos compartir. Muy distinto es cuando la madre protege a sus hijos de un padre violento que además tiene "poder" para arrebatárselos. Eso sí genera identificación con ella y repudio hacia él. Eso es una injusticia. El amor de madre seguramente es el mismo en ambos casos. En ambos se trata de proteger a los propios hijos, como leona, de algo que se considera un peligro. La gran diferencia en este caso es que, en lugar de proteger a los hijos de la violencia patriarcal, se buscaba protegerlos de algo que sólo un tremendo prejuicio puede transformar en peligro, la homosexualidad parental.
Si esta historia se transformase en una película, el fallo de la Corte Suprema que otorgó la custodia de los mellizos a su padre homosexual sería un final feliz.
Mauro Basaure, director doctorado en Teoría Crítica, Tecsa UNAB