Algo no calza. Durante el jueves de esta semana que termina, unas mil personas llegaron en masa hasta el Hotel Vicente Costanera, lugar donde se realizó una feria laboral. Ahí, 20 empresas de la región pusieron a disposición de los desempleados 600 cupos. Dentro de los interesados llamó la atención la gran presencia de personas inmigrantes, de mujeres y jóvenes en general, quienes participaron de la instancia, la que fue organizada por el Sence, la Municipalidad de Puerto Montt y la Seremi del Trabajo. El objetivo era buscar una oportunidad de lograr una ocupación digna y remunerada. Pero aún algo no calza.
Y eso no sólo tiene que ver con las 400 personas -y cómo no decirlo, 400 familias-, que fallaron en su misión de hallar un trabajo y una fuente de ingresos estable. También hay que decir que cuesta creer que la Región de Los Lagos esté hoy como un oasis en Chile en materia de desempleo. Según el Instituto Nacional de Estadísticas, la región presenta un 3,6% de desempleo, teniendo en cuenta el trimestre abril-junio 2017.
Qué duda cabe que los números de la zona son mucho mejores que el 7,0% a nivel nacional de desempleo, sin embargo, el querer entender que la Región de Los Lagos pasa por un buen momento en materia de empleo no es más que un análisis numérico, que en ningún caso guarda relación con el drama humano que significa la cesantía y la falta de oportunidades.
La Central Unitaria de Trabajadores en la Provincia de Llanquihue ha clamado, con la voz de su presidente José Pacheco, que la medición resulta poco cercana a la realidad, en particular por aquellos trabajadores que ejercen "a cuenta propia", es decir, son independientes y generalmente carecen de seguridad social, es decir, "inflan" los guarismos. Resulta clave que los esfuerzos del Estado no se detengan a la hora de promover el crecimiento y el empleo. Que los empresarios sigan en su labor de dar trabajo digno. Y que los periodistas demos cuenta del dolor de la falta de oportunidades, más allá de números fríos y análisis estadístico.