Francia y Puerto Montt
"Francia", gran nación, ejemplo de cultura, ciencia, democracia, idioma, este último por muchos años elegido como titular de las grandes convenciones diplomáticas; es decir, el idioma oficial reconocido por el mundo de la diplomacia.
Hablar de Francia es hablar de la libertad, democracia, cultura, ciencia, medicina, literatura, arte, filósofos, guerreros; en fin, sería largo detallar o individualizar hombres y mujeres, a la que Europa debe recordar como la madre de la ciencia, arte y porque negar los grandes soldados que inspiraron respeto y ejemplo. Si bien es cierto que soy chileno, que he amado y agradecido haber nacido, criado en Chile, no puedo olvidar las cosas sabias en que me formó mi padre, ex soldado de la Primera Guerra de 1914. Que estando radicado, encargado de varias empresas, según el libro "La Colonia Francesa en Chile", se le menciona en varias páginas, como un francés de lomo y toro, a cargo de importantes cadenas de molinos desde Concepción a Cautín, con una fábrica de alcohol de 95 grados de la mejor calidad , productor de ganado vacunos de varios fundos en la provincia de Arauco, donde sacaban hacia Concepción entre 6 y 8 mil cabezas de vacunos; pagaban los mejores sueldos y muchas regalías, como gratificaciones anuales, siendo propietario de la Planta eléctrica de Cañete y alrededores.
Para todos los trabajadores tenía electricidad gratis. Las personas que laboraban en nuestra casa eran muchos: cocineras, ayudante de labores generales, mozos como jardineros, hortaliceros, cuidadores de caballos urbanos (cada uno de los hijos teníamos su caballo, cuyo cuidador los herraba, limpiaban tanto a los animales, como monturas y riendas muy bien mantenidas. Algo muy importante: todo el personal tenía médico y dentista gratis, las mujeres eran controladas sin costo y remedios. Así, el personal no tenía que concurrir al desacreditado hospital, evitando pérdidas de tiempo. Ese ejemplo lo tomé como justo y a quienes han trabajado en mi casa, lo he sostenido; claro que los tiempos han mejorado con la atención pública y leyes sociales. Son estas cosas que me dan la satisfacción de haber continuado, como es el caso que de los 7 auxiliares que he tenido en la oficina desde 1959 (ya no los tengo). Todos eran contratados con la condición de que estudiaran de noche en el Liceo, dirigidos en aquellos años por el director Gonzalo Alvarado.
Los que terminaron su 6to. fueron mis ahijados, a quienes les conseguía mejores trabajos y mejores sueldos. Uno de ellos salió ventajoso, le conseguí trabajo en el Hospital, estando director el Dr. José del Nido. Ahí hizo cursos de enfermería, logrando los mejores resultados y recibido postuló a Aysén, donde siendo jefe de la Posta, se casó con la directora de escuela. Fueron padres de 4 hijos, que hoy he sabido son profesionales. Así cumplo con las enseñanzas de mi gran padre en este gran Día Nacional de Francia.
Detallar las grandes obras ejecutadas por famosos arquitectos, aún está vigente, como ser colegios, edificios públicos, palacios, obras como el puente del río Malleco, Catedral de Santiago, Gruta de Lourdes, y muchas iglesias, hospitales, que ya no existen pero duraron más de cien años; obras de artes, la embajada de Francia, hoteles de primera clase, mayoría de las curtiembres y fábrica del mejor calzado de América Latina, cultivado de cereales con semillas seleccionadas, frutales, verdulería y cientos de otras cosas, sin olvidar la cantidad de médicos, químicos, ingenieros, arquitectos, ingenieros mineros. Sería largo detallar. Es un orgullo descender de un ciudadano que ayudó al progreso de mi querida patria chilena y de haber sido hijo de un francés, patriota, porque estando ya radicado en Cañete, como el Santiago y Valparaíso y otras ciudades con una sólida situación económica, recibió una carta de mi abuela que le decía: Hubert, tu Madre Patria te necesita. Por lo tanto, tienes que dejar Chile y venir a defenderla. Si no lo haces, no eres hijo mío, ni francés. Y optó por ir a Francia, enrolarse en el ejército y recibida la instrucción militar, estuvo mas de 3 años en los campos de batallas, donde estuvo herido de bala y espadas, y de donde salió mal herido varias veces y sin mayores secuelas. Volvió a Chile, se casó con mi madre Ninfa, hija de españoles, y fuimos 7 hermanos, 5 hombres y 2 mujeres. Quedamos 2, Alberto, el menor, y yo, con mis 95 años iniciados recientemente, a Dios gracias, mucho mejor que otros viejos.
HÉCTOR DUHART LAGOS.
Calefacción
Reenvío carta reclamo que dejé en el Aeropuerto El Tepual, reclamando por la pésima calefacción del recinto.
JORGE GONZÁLEZ SEPÚLVEDA.