El domingo recién pasado Chile estuvo frente a Alemania, disputando una copa soñada: La Copa Confederaciones. Después de tensos 90 y tantos minutos, el resultado no fue el esperado. Sin embargo, la preparación de este equipo, nos mantuvo alerta: expectantes y soñando. La generación dorada es, sin duda, un equipo humano histórico que a través de sus triunfos, ha inspirado a niños, jóvenes y adultos. Y es que han creído en sus sueños, por eso para los profesores de Emprendimiento son un referente cuando hablamos de toma de decisiones, trabajo en equipo, compañerismo y persistencia: habilidades blandas para enfrentarse a un trabajo o nuevo negocio. En ONG Canales, confiamos en los jóvenes técnicos profesionales, porque además han vivido creyendo en otros sueños,con desafíos que generaciones anteriores jamás tuvimos. ¿Por qué no creer en los estudiantes que llenan nuestros liceos, con mentes soñadoras, inquietudes, miedos y desafíos? En la costumbre por definir a nuestros alumnos con una nota o calificación, dejamos de lado tantas habilidades, aptitudes y talentos que - como docentes- debemos estar atentos a no perder. Asimismo, las autoridades nacionales debieran proveer de políticas públicas y programas acordes para establecer un tipo de educación emocional sólida que nos defina como país. Estamos en un momento histórico que nos permite crecer emocional y afectivamente a través de estas manifestaciones deportivas. Es nuestro deber hacernos cargo de las frustraciones de los jóvenes para posicionarlos de mejor manera, ante sus pares, ante los profesores y ante la familia; siempre con el respeto suficiente para dialogar y comunicar. El mejor partido en nuestras vidas debiera ser, no aquel que se gana por goleada, sino el que represente - como en un proyecto- diversas etapas de trabajo colaborativo, personalidad innovadora y de liderazgo, autonomía en la búsqueda de oportunidades, aceptación de riesgos, desarrollo de metas conjuntas y resolución de conflictos. Sólo de esa forma, podríamos entender que la derrota a veces viene acompañada de más fuerza para crear una nueva historia dentro y fuera de la cancha.

Mariela Silva Salas.

Asistente Técnica ONG Canales.

El vertedero de Lagunitas -que tantas situaciones preocupantes y angustias causó mientras estuvo operativo, por las familias que sobrevivían dentro del recinto, por los perros que estaban allí abandonados y la contaminación del vecindario- dejó de funcionar en marzo del año pasado, cuando los desechos debieron depositarse en el nuevo relleno sanitario La Laja. Sin embargo, el antiguo reducto vuelve a ser sujeto de atención pública, porque -a casi un año y medio de su clausura- las obras del anunciado cierre se encuentran hoy inconclusas, según informe elaborado por Contraloría, como lo diera a conocer El Llanquihue en su edición de ayer.

Lo grave de esto es que, en esas condiciones, sin un cerco perimetral protector, el ex basurero de Lagunitas corre el riesgo de reactivarse como un vertedero clandestino, donde gente y grupos inescrupulosos e irresponsables arrojarán sus desperdicios, como ya parece insinuarse.

Es, por tanto, muy recomendable en estos casos que los habitantes de los sectores aledaños al ex reducto acopiador de despojos -en la zona de Lagunitas-, se abstengan de llevar sus basuras a ese lugar. Y utilicen, como corresponde, el sistema recolector municipal que se encuentra operando normalmente en la ciudad.

Hay que evitar, por todos los medios, -especialmente con la colaboración de la propia ciudadanía-, que el lugar vuelva a transformarse en un foco insalubre y contaminante, además de refugio de animales asilvestrados que pueden atacar al ser humano.

Todo eso se evitó con el cambio operacional de vertedero hacia el de La Laja y su moderno proceso de los desechos. De manera que es fundamental e imperioso cerrar cuanto antes completamente el recinto en Lagunitas. Para lo cual, se ha sabido, la Dirección de Medio Ambiente y Aseo y Ornato elaboran las bases respectivas para la licitación de la segunda etapa de la obra, que se financiaría con recursos del Fondo de Desarrollo Regional.

Puerto Montt y su gente merecen un medio ambiente limpio, incontaminado, saludable. Sin basuras en ningún lado. Tomemos conciencia de ello.