Los Bahamonde: El ajedrez convirtió sus vidas después de accidente
SACRIFICIO. Los hermanos José Patricio, Juan Pablo y Jaime vencieron a la adversidad tras verse involucrados en un atropello hace siete años. Hoy brillan compitiendo en nacionales de ajedrez.
Ninguno de los hermanos Bahamonde Cepeda quiere recordar el difícil episodio en que se vieron involucrados la tarde del 12 de mayo de 2010.
Un vehículo particular casi les arranca la vida cuando salían del colegio en la avenida Cardonal. José Patricio, Juan Pablo y Jaime fueron atropellados, sufriendo lesiones de distinta consideración.
Hoy los tres inseparables son alumnos del destacado ajedrecista local Tito Mardones y estudian en el Colegio Salesiano. Prefieren olvidar aquel aciago momento y concentrarse en el deporte ciencia, que los ayudó a salir adelante, dejando los traumas del accidente en el pasado.
El sábado compitieron en un campeonato que organiza el club Mundo Ajedrez, en dependencias del Liceo Manuel Montt.
ESPíRITU DEPORTIVO
José Patricio (15) es el mayor y practica esta disciplina desde hace siete años. "Entré al taller del colegio (rotario Pedro Bravo), donde estudiamos con mis hermanos. El "profe" Tito ha sido el que más nos ha apoyado durante este tiempo, enseñándonos este deporte y luego me trasladé al Salesiano, donde seguimos siendo adiestrados por él y ha sido nuestro guía en el taller", explica.
Prefiere no dar detalles del accidente, aunque recuerda que tuvo lesiones leves. "Con el ajedrez hemos ido evolucionando y he tenido la oportunidad de viajar a distintas ciudades del país a competir e incluso en el verano fuimos al Nacional de Linares y en diciembre pasado, estuve en el sudamericano de Santiago", aseguró.
José Patricio además practica el tenis de mesa; esta semana viaja e un nacional en San Miguel.
El hermano del medio es Juan Pablo (13), quien hace algunos días se adjudicó el campeonato regional sub 14 varones y asistirá a la final nacional de los Juegos Deportivos Nacional en la Región Metropolitana en octubre. "Cuando era bien chico, mis papás me compraron un tablero que me acompañó por varios años. Fui mejorando año a año y hace poco gané el regional y me siento feliz. El accidente me cambió la vida para bien, porque quiero seguir creciendo y quedar entre los mejores 5 del nacional", precisó.
El menor es Jaime (11) y reconoce que no fue fácil aprender ajedrez. "Mi hermano mayor nos motivó para que jugáramos, gracias a nuestro profesor. Me costó harto, porque era difícil concentrarse, me ponía nervioso y apenas tenía 4 años", aseguró. En cuanto a su trayectoria deportiva, agregó que en su primer año en los torneos comunales sub 14 llegó hasta la etapa provincial. "No pude seguir avanzando porque habían jugadores mejores que yo, así que el próximo año iré a la revancha", explicó.