Cuando los altos rangos, aprecios y consideraciones merodean tan seguido por estos confines, a través de sugerentes apariciones en los rankings nacionales, como acaba de ocurrir con el de clasificación sobre el Índice de Calidad Vida Urbana (ICVU) 2017, que elaboraron el Núcleo de Estudios Urbanos y Territoriales de la Universidad Católica y la Cámara Chilena de la Construcción. Estudio nacional de áreas metropolitanas, en el que se posicionó en el primer lugar -como la mejor del país- el eje metropolitano Puerto Montt-Puerto Varas. Un argumento de peso más que viene a corroborar el promisorio y fértil porvenir que el futuro reserva a nuestra zona y a estas dos ciudades en particular.
Mientras Puerto Montt se ha ido transformando, con mucho vigor y convicción, en un influyente polo de crecimiento económico y productivo, el vecino Puerto Varas acapara el interés nacional familiar y turístico por asentarse en sus márgenes, que garantizan tranquilidad y una mayor calidad de vida.
Esto no es más que el reflejo de la percepción local que ronda, con bastante fuerza, desde los últimos decenios, en cuanto a los lazos de conurbación que deben establecerse entre las ciudades capital regional y de las rosas. Las cuales, estructuralmente, por su evidente crecimiento, requieren de una coordinada mancomunidad, junto a una actitud de solidario apoyo, que facilite la complementación marítimo-lacustre, especialmente sobre la base de los recursos turísticos de naturaleza, patrimonios, residencia y de servicios. Y que, en adelante, será menester considerar en este destino metropolitano -de a dos- en todo desarrollo que se emprenda.
No hay que olvidar que -justo en la conexión de este núcleo Puerto Montt-Puerto Varas- se halla inserta la ciudad satélite de Alerce, que también no para de crecer y de ir consolidándose ya con todos los merecimientos para convertirse en comuna. Lo que implica incorporarla en el rodaje planificado progresista de este gran enclave metropolitano, que se abre optimista y esperanzador hacia el horizonte patagónico.