Una inspiración misericordiosa para incrementar la buena voluntad y el espíritu humanitario en favor del prójimo que sufre, sobre todo enfermedades y pobreza, -y a la vez llevando una vida más austera-, es lo que deja en el alma la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Sobre todo, este último suceso, que precisamente hoy domingo se rememora con especial alborozo y esperanza en el mundo cristiano.
Palabras sabias sobre este tema escatológico, que trasciende lo terrenal, son las del Arzobispo de Puerto Montt, monseñor Cristián Caro, cuando ha recalcado que "si aceptamos a Cristo como nuestro salvador tendremos la vida eterna, aunque la eternidad comienza en la tierra misma si vivimos nuestras diarias tareas al interior de la familia y en el trabajo, fundados en la fe, la esperanza y el amor. Si estamos unidos al Señor, se abrirán para nosotros las puertas del cielo".
En esta renovación personal que brota desde el conmovedor mensaje de Semana Santa, coronada por Cristo resucitado, el primer impulso es de generosidad solidaria hacia los más débiles y necesitados de ayuda. Oportunidad que se abre -para hacer el bien más allá de los intereses personales- en abnegadas organizaciones y entidades humanitarias, como "Luz Une", que se ocupa de atender y abrir esperanzas a los niños y niñas que padecen de cáncer, y del Hogar de Cristo, que está construyendo una hospedería más amplia y digna para las personas desprotegidas que allí se cobijan.
Se trata de dos obras de enorme amor al prójimo en condiciones de aflicción y carencias, que ameritan de la colaboración ciudadana, ya sea a través de aportes o acciones de voluntariado.
El ejemplo lo han dado el Gobierno Regional, con su decisivo aporte al proyecto del Hogar de Cristo, y la Municipalidad, con su subvención a "Luz Une", para poner en marcha sus casitas de acogida a los menores con cáncer, mientras se tratan.
En fin, opciones para cooperar y hacer el bien, siempre hay. Es la lección que aprender del Resucitado, que desde la cruz fue luz de amor y redención.