Bonos de Marea Roja
Mediante la presente, queremos manifestar nuestro desacuerdo y malestar con informaciones aparecidas en algunos medios de comunicación, respecto al pago de bonos de Marea Roja durante la emergencia sucedida el año pasado. Primero que nada, queremos manifestar que esos fueron días muy duros para la pesca artesanal de la región; quedarse sin el sustento para nuestras familias fue un momento que será difícil de olvidar para nosotros y nuestras familias.
Llegar a acuerdo con el gobierno para poder obtener una compensación económica, costó más de 15 días de movilizaciones, reuniones eternas y un desgaste tremendo, tanto para los dirigentes como para nuestras bases que se mantuvieron en la calle. Que aparezca información relativa a que se le pagó bonos de Marea Roja a funcionarios públicos, indigna. Sin embargo, escuchadas las explicaciones entregadas por el gobierno, como dirigentes podemos entender, que por la urgencia -y la cantidad de afectados, se hayan cometido algunos errores. Se le canceló bono a 6.740 personas, algunas inscritas en el registro pesquero artesanal y otros validadas por las fichas de emergencia.
Por ello, que 11 personas que trabajan como funcionarios públicos, en cargos menores de municipios de comunas afectadas, si bien no es bueno que ocurriera, tampoco es como para considerarlo un "escándalo". Más tranquilos nos quedamos aun cuando las acciones de parte de la Intendencia ' para restitución de las platas, ya se habían iniciado mucho antes que se conociera públicamente lo ocurrido; es decir, de parte de la autoridad no existió la intención de favorecer a algunos que no se lo merecieran, tal como mal intencionadamente se ha tratado de instalar como verdad. La prensa tiene el deber de informar a la comunidad y de fiscalizar a las autoridades; sin embargo, es necesario que ella también actúe con seriedad y responsabilidad y que no se acuse a los funcionarios públicos en general.
JORGE BUSTOS NILSSON. Presidente COREPA A. G.
Un trencito de consuelo
El año 1992, discutíamos en nuestro entorno si la estación de FF. CC. se desplazaba a 400 metros, hacia los silos. Sin decir "agua va", el gobierno central la desplazó a casi 400 kilómetros. El tren llegaría sólo hasta Temuco. Hoy lo hace sólo hasta Chillán. Nuestros parlamentarios de entonces hicieron mutis. Con mayor razón, las autoridades dependientes del ejecutivo. Formamos un comité de defensa del tren. Tótila Lintz (Q.E.P.D.) reunió más de 40.000 firmas de apoyo y "no se oye padre". Nuestros sabios economistas alegan que no es rentable. Sin embargo, en el Transantiago ya se han gastado más de 15 mil millones de dólares y sigue a los tumbos. ¿Se imagina el amable ciudadano que lee esta columna qué se podría haber hecho con esa inmensa fortuna? Casi al término del gobierno del presidente Lagos, se repusieron estaciones de Temuco a nuestra ciudad y se trajeron trenes reacondicionados de España. En fin, se gastaron más de mil millones de dólares. Todo quedó abandonado: las estaciones cubiertas de pasto y despedazadas por los vándalos de siempre. Y los convoyes convertidos en chatarra. Ahora se pretende hacer funcionar un trencito desde Alerce a La Paloma. Poco más de 6 kms. El poblador que vive algo alejado de la estación de Alerce debe tomar locomoción para llegar a ella, más aún en nuestros crudos inviernos. Una vez que arriba a La Paloma, tomar otra locomoción para trasladarse al centro de la ciudad, al hospital o a cualquier otra población de nuestra ya extensa ciudad. Confío en que el próximo gobierno actúe con más realismo y profesionalismo, porque lo que en definitiva está en juego, es la plata de todos los chilenos, la que no puede derrocharse en darse gustitos personales, habiendo aún tanta pobreza.
Hoy cuando cada día nos despierta un acto de corrupción hasta en instituciones respetables, muchos piensan que no se repone un tren rápido y de calidad a Santiago e intermedios, porque nuestras autoridades estarían coludidas con empresarios de buses interprovinciales, los que -principalmente los fines de semana largo o para fiestas nacionales- triplican los valores de pasajes, perjudicando, como siempre, a los más pobres de Chile.
JUAN A. SANDOVAL PAREDES. Profesor y ex Alcalde.
Calle Ejército
Diariamente, transito por la calle Ejército y veo la poca demarcación visible de líneas longitudinales, siendo que tiene, en su inicio en la parte alta, tres pistas altamente transitadas en todo horario. En días de lluvia y poca luminosidad, prácticamente no se ven las líneas blancas, más bien porque hay tramos que ya no las tienen. Lo mismo, el mal estado de las pistas tanto al girar a la altura de la población Lago Chapo, como en la parte alta al inicio de esta calle. Urgen trabajos de reparación y mantención. Espero que las autoridades se hagan cargo pronto y mantengan como corresponde una calle tan transitada como es Ejército.
MÓNICA VILLEGAS CÁRDENAS.