Parece maldición, pero cada vez que aparecen asesores de la Presidencia, quedan heridos en Puerto Montt. Y me refiero a los medios de comunicación.
Ocurrió cuando se produjo la crisis de la Marea Roja y la posible contaminación del mar, ocasión en la que el ministro de Economía, Luis Céspedes, fue nombrado delegado presidencial para atender la emergencia ambiental y social. De eso, casi un año exacto.
Mientras los medios requerían cubrir las reuniones y las situaciones que se sucedían, ocurrió que un día fueron echados del edificio de la Intendencia, decisión que adoptó una asesora llegada desde la capital quien ordenó no sólo el desalojo, sino que impidió el ingreso a un edificio público por los restantes días, impidiendo la libertad de expresión y de información.
Ese episodio inédito en democracia (y tal vez ilegal), no preocupó ni provocó repudio en ningún parlamentario ni en partido político alguno, que se sepa. Tampoco hubo respuesta de la autoridad regional (que no fue responsable directa del hecho) ante la carta enviada por el Colegio de Periodistas de esta región.
Ahora fue el turno de la visita de la Presidenta Bachelet. En su campaña dijo "necesitamos los aportes de las regiones al país", indicando que era imposible el desarrollo sin la inclusión de las personas externas a la Región Metropolitana.
Pero sus asesores al parecer no leyeron, o no entendieron, o no quisieron enterarse de esta política y cuando la jefa de Estado vino a Pumalín, la prensa regional en pleno se quedó fuera de los medios de transporte, sin posibilidad de desarrollar la pauta de temas que le es propia y que justamente, toca asuntos regionales, que apoyan la descentralización.
Esta forma de trabajo -por no decir falta de tino- no sólo vulnera las relaciones entre las autoridades y la comunidad, evita la confianza para instalar agendas de trabajo en materia pública en alianza con los medios de comunicación y daña la labor informativa a la que tiene derecho la comunidad.
La prensa, que en una de sus definiciones es el contrapeso del poder, representa los intereses comunes de la sociedad y la atención de sus miembros es deber cívico. Dejo constancia de esta crítica hacia las malas prácticas y de solidaridad a los colegas.
Sergio Velásquez Haros.
Presidente Colegio de Periodistas, Décima Sur.