La sentencia número 156 ordena que el Tribunal Supremo de Justicia, o una instancia que éste designe, asuma el rol del cuerpo Legislativo para garantizar el "Estado de derecho" en ese país. Esta medida se suma a otras que había tomado el tribunal, como el remover la inmunidad parlamentaria o el entregar atribuciones especiales al Presidente Maduro.
Venezuela vive cada día una situación más complicada, con un deterioro progresivo de la democracia, el que esta semana tuvo un punto de inflexión con la deshabilitación de la Asamblea Nacional, en su mayoría opositora al gobierno de Nicolás Maduro, por parte del Tribunal Supremo.
Chile, desde hace años ha estado recibiendo a migrantes, los que, en general, han venido al país en busca de mejores oportunidades.
Puerto Montt ha recibido a cientos de venezolanos, los que, pese a estar viviendo en fuera de su patria, han seguido pendientes de lo que ocurre en su país. Para algunos, la situación actual es una acción más de parte de Maduro, en pos de obtener el control total de Venezuela.
Rafael Barreto, miembro de la organización ciudadana Valencia Organizada, y quien llegó hace una semana a Puerto Montt, señaló que "el Tribunal Supremo de justicia está usurpando las funciones de la Asamblea Nacional y eso es solo la última de varias jugadas que han venido haciendo de manera ilegal y fraudulenta para eliminar a la Asamblea Nacional" .
Barreto agregó que "esto es un atropello a la Constitución y gracias a Dios algunos países ya han reaccionado contundentemente, como es el caso de Perú y Chile, que llamaron a los embajadores a consulta, o en el caso de Perú que retiró al suyo de Venezuela".
"Si a eso le sumamos la acción que está haciendo la OEA, que llamó a consulta inmediata, ahora debería activarse la carta democrática sin demora, porque el silencio cómplice de muchos países hizo que llegáramos a este punto, que es lo más grave; hicieron la vista gorda y llegamos a esto que nunca debería haber pasado", enfatizó el activista.
Héctor Díaz, quien llegó durante el año pasado, agregó que el tema de la seguridad resulta compleja en su país.
"A lo mejor se aguanta la crisis, a lo mejor en el día a día uno trata de lidiar con la situación, pero el tema de la seguridad es difícil, porque hay mucha envidia, mucha rivalidad social", lo que, a su parecer, deriva en problemas criminalísticos que el gobierno no ha sabido resolver.
Apreciación con la que está de acuerdo Francisco Chalbaud, quien está hace cuatro meses en Puerto Montt.
Chalbaud señaló que "el tema económico, la escasez de productos básicos, obliga a buscar nuevos horizontes, además de la inseguridad que se vive. Ayer mataron a un amigo para robarle el celular, hasta ahora no había tenido la experiencia de que alguien de mi círculo cercano fuera víctima de la inseguridad".
Añadió que, por otro lado, la situación política igual es compleja, ya que "Venezuela por estos días está viviendo un golpe de Estado. El Gobierno central está desconociendo a la Asamblea Nacional, poder que fue electo por el pueblo en las elecciones con mayor participación histórica en la historia de Venezuela".
Sin embargo, hay algunos que no consideran que lo que está ocurriendo sea, efectivamente, un Golpe de Estado, como es el caso de José Fernando Moros, quien señaló que el tribunal está dentro de sus facultades al deshabilitar a la asamblea, ya que podría haberlo hecho el Presidente, debido a que también cuenta con las facultades de disolver a la asamblea.
Para él, el problema reside en que hay una lucha por el poder de distintos estamentos de la sociedad. Y si bien reconoce que no se han sabido generar propuestas reales para sacar al país adelante, considera que el problema no compete sólo a Maduro, sino que a todos los actores políticos y sociales.
Y es ese, finalmente, el llamado general de los venezolanos, a que se generen espacios de diálogo con todos los actores relevantes, para construir un camino que permita sacar adelante el país.