Síndrome de Down
En el marco de la reciente celebración mundial del Día del Síndrome de Down, necesitamos que Chile reflexione, como sociedad, qué vamos a hacer para que este sea un país inclusivo. Pero, inclusivo de verdad, no en la superficie, no para "cumplir" con la próxima ley de cuotas.
El empresariado debe tomar un postura, desde lo profundo, y debe decidir hasta dónde están dispuestos a llegar para hacer que las personas con discapacidad, física o mental, encuentren las oportunidades que buscan.
Para lograrlo, lo primero es comprender que contratar a una persona con discapacidad para trabajar en una organización por cumplir con una responsabilidad social o con la ley, no es inclusión, es maquillaje.
¿Qué tipo de inclusión real existe si es que aún no se deroga el artículo 16 de la ley 18.600, que dice que a las personas con discapacidad mental se les puede pagar menos del sueldo mínimo?
La inclusión no depende del gobierno de turno ni de las empresas ni de la sociedad civil, depende de cada uno de nosotros.
La clave es comenzar a ver los estereotipos que como sociedad Chile ha construido respecto de la discapacidad.
¿Sabemos quiénes son y lo que buscan?
Lamentablemente, ninguna ley nos puede obligar a ver al otro como un igual.
MARÍA JOSÉ ESCUDERO. Directora Ejecutiva Fundación Ronda.
Aprecio a Carabineros
El aprecio a Carabineros de Chile por parte de la ciudadanía no va ser opacada por un grupito de malos y deshonestos funcionarios literalmente codiciosos, cuya actuación no es la mística de la mayoría de los que visten el uniforme de la institución de las carabinas cruzadas.
Sin lugar a dudas, que el dolor y la preocupación por este grave hecho se puede percibir en el rostro del general director, Bruno Villalobos, y desde luego en la gran mayoría de los carabineros que cumplen una labor abnegada e importantísima en la estructura de la sociedad chilena.
Son tiempos difíciles que, sin duda, van a lograr superar nuestros carabineros.
Y será así, porque a la memoria de todos los mártires Carabineros caídos en la lucha contra la delincuencia, es su fortaleza y su razón por siempre, y no suman jamás aquellos canallas que enlodan el prestigio de una institución tan querida como Carabineros de Chile.
FRANK MANUEL LAMBARRI RAMÍREZ.
Mala calidad de la fruta
Apelo a su rango de Director de nuestro valioso Diario El Llanquihue, y digo valioso, por ser asiduo lector por más de 50 años -desde mi llegada y radicación en esta bella, pero sucia ciudad puerto- de este prestigiado matutino.
Señor Director, Ud. como cliente de los establecimientos llamados "Supermercados", habrá sido testigo de la mala calidad de la fruta y algunas verduras que llegan de la zona central de nuestro país.
A la vista, están los plátanos, al parecer golpeados y mal envasados, lo que produce su pudrición, y si compramos un kilo o más tenemos que comprar el doble para consumir lo que necesitamos. En el caso de las tomates, los exhiben verdes y los limones a media crecer, por lo tanto con muy poco jugo. Igualmente, las naranjas con aspecto verdoso, pues los cosechan antes de tiempo. Es sabido que la fruta se debe consumir madura y en buen estado. Esto constituye un perjuicio para los consumidores; por lo tanto, hago un llamado a las autoridades, para que controlen este problema que está perjudicando en salud y económicamente. El 40 o 50% se pierde, o simplemente a los niños no les apetece por la falta de sabor verdadero de las frutas.
HÉCTOR DUHART LAGOS.
Centros de Diálisis
Recuerdo las palabras del Dr. Santander, presidente de la Isapre Masvida, respecto de sus críticas al cuerpo médico acusando, creo injustamente, a todo un cuerpo profesional. Sin embargo, lo que ocurre en Puerto Montt con las clínicas de diálisis me hace pensar que algo de verdad hay en sus palabras. Las clínicas de diálisis han ocupado un nicho de negocios que el Estado no satisface, ya sea porque no quiere o porque no puede (tengo mis dudas); pero que ha sido un gran negocio en los últimos 10 años, lo ha sido, y ahora que estas instituciones se encuentran consolidadas, pretenden quitarle beneficios a pacientes que se encuentran entre los más vulnerables, lo que me parece impresentable.
Son muchos los millones que han recibido en estos años, por lo que se deben revisar a futuro los convenios con estas instituciones. Y mejor todavía, que sean los hospitales públicos los que asuman esta responsabilidad.
ÓSCAR SOTO FERNÁNDEZ.