María Consuelo Ulloa
Es un fin de semana cualquiera en la ciudad, y la idea de ver una película en una sala de cine, es el panorama ideal para la mayoría de los que tienen libre. Pero, ¿a qué puede acceder el público local a la hora de buscar una cinta?
Filmes comerciales, dedicados, principalmente para niños, y algunos más independientes o clásicos, son parte de la acotada parrilla que se puede encontrar en Los Lagos.
Junto a los actores protagonistas, que están a cargo de gestar estas opciones, analizamos la realidad del séptimo arte en la zona, viendo aquellas alternativas existentes y la respuesta que la audiencia ha dado frente a ellas.
Cine Hoyts
Es en la capital regional, probablemente, donde la gente tenga mayores posibilidades de escoger dónde ir o qué ver. Por un lado está el Cine Hoyts, que con sus salas del todo equipadas y su cartelera de estrenos, llama la atención tanto de amantes del cine, como de personas menos entendidas en el tema.
En ese sentido, podría considerarse como una de las opciones más completas en infraestructura, pero que en términos programáticos, asegura filmes más bien comerciales y masivos.
Sin embargo, esta es una realidad que podría cambiar en los próximos meses, ya que el pasado sábado 11 de marzo, Carlos Martínez, el country manager de la Región Andina de Cinépolis -grupo mexicano que hace dos años compró la cadena-, anunció en la sección de Economía y Negocios de El Mercurio que se realizaría una gran inversión para remodelar varios de sus complejos, entre ellos, el de Puerto Montt.
Aunque los supervisores locales de la cadena negaron conocer algo concreto al respecto, lo declarado por Martínez coincide con la ampliación que contempla el Mall Costanera, donde el cine tendrá un nuevo espacio.
De todas formas, desde la empresa, no se refirieron a si esta renovación significaría un incremento en la cartelera, o mantendría el mismo criterio programático, sumado a sus precios de entrada, que son los más caros de la provincia.
Diego Rivera
Los puertomontinos son los más afortunados de la provincia, ya que paralelo a la sala del Mall Costanera, y a sólo unos metros de ella, está la Corporación Cultural.
Allí, desde 2013 se está realizando un trabajo fuerte en materia audiovisual, que abrió una puerta hacia el cine arte y el de culto.
"En 2012 no teníamos cine en la programación, porque no había factibilidad técnica para realizar una proyección con buen estándar, situación que comenzamos a resolver al año siguiente, gracias a un proyecto del Fondo de Fomento Audiovisual que nos adjudicamos", recuerda Marcelo Utreras, director ejecutivo del centro.
Desde ese entonces a la fecha, Utreras destaca la mejora que han ido ganando en esta materia, y que han potenciado sus espacios hasta convertirlos en lugares ideales para la exhibición de cintas.
"En paralelo hemos ido trabajando con la programación, a través de la vía de los convenios y proyectos, generando instancias como las de ahora, donde tenemos cine mexicano, alemán, documentales con Miradoc, cine chileno e infantil. Es decir, cinco de los siete días de la semana, nuestras salas ofrecen funciones", comenta el encargado del recinto, que sólo el año pasado tuvo cerca de 17 mil espectadores, siendo un recinto que no está dedicado en su totalidad al séptimo arte. "Hoy el cine es protagonista del centro cultural, pero como esta no es una sala de cine, no tenemos una cartelera rotativa de horarios, sino una franja horaria, por lo que estamos limitados", aclara Utreras.
Para el director del centro cultural, su audiencia ha aumentado, pese a tener la opción del Mall Costanera, porque más que la necesidad que sientan los espectadores, "hay una producción audiovisual importantísima que no tiene dónde ser mostrada, porque la programación de salas comerciales no obedece a una línea editorial distinta que no sea la película que más vende", sostiene.
-1 Cine en Puerto Varas
Para Julián Fernández, director de la Agrupación -1 Cine la situación tiene variables, porque el público cubre un requerimiento mediante estas salas más pequeñas, que cuentan con una cartelera diferente.
"Antes de nosotros hubo otras instancias como el cine Royal que después se cerró, luego hubo iniciativas para armar ciclos de cine y festivales, y eso va generando que la gente que haya, se junte a ver cine. Entonces, lo que nosotros hicimos era estar en el lugar que se necesitaba y ser constantes, lo que genera una audiencia activa", opina Fernández, que define su parrilla como una con cintas de autor más que independientes.
Esto se refleja en las funciones de domingos, lunes y martes, a las 20 horas -y domingos a las 18 horas para niños-, en el Centro de Arte Molino Machmar.
Tanto para -1 Cine como para el Diego Rivera, la mayor complicación es el financiamiento a la hora de programar, debido a los derechos que deben pagar para exhibir las películas.