Puerto Montt debe solucionar sus problemas domésticos -el de la basura, sobre todo- con la mayor diligencia. Especialmente, porque sus visitantes de verano son merecedores de la mejor atención posible en todos los ámbitos de la ciudad y en su máximo esplendor, como es brindarles el disfrute de lo más escogido de sus atributos de historia, tradiciones, cultura, naturaleza, gastronomía, atracciones y creatividad. Todo en un ambiente prístino, amable y optimista. Hondamente acogedor.
Debemos resolver nuestras falencias, como la apuntada, en una atmósfera de discreción y buena voluntad. Plenamente conscientes de que las cosas deben marchar lo mejor posible, muy particularmente durante la temporada veraniega, donde el huésped pasa a ser el actor principal de la preocupación y servicio puertomontino. Y frente a lo cual se agita con fuerza el compromiso vocacional con el destino turístico de Puerto Montt.
Más aún, si la capital de la Región de Los Lagos ha sido mencionada otra vez -según estudios de la agencia de viajes Despegar.com- en los lugares de privilegio entre los destinos más vendidos dentro de Chile en esta temporada de vacaciones.
Puerto Montt se ubica en el cuarto lugar nacional entre las preferencias de los viajeros aéreos estivales. Le superan en dicha clasificación: Santiago, Iquique y Arica. Y luego, después de nuestra ciudad puerto, vienen Punta Arenas, La Serena, Calama, Temuco, Balmaceda y Antofagasta.
Reconfortan y alientan los resultados de esas investigaciones turísticas. En particular, porque provienen de la agencia de viajes más importante de Latinoamérica, fundada en 1999 y con representación en 21 países.
Sin embargo, para merecer semejante rango, debemos subsanar algunas desidias y perfeccionar recursos turísticos, además de seguir avanzando en conectividad, orden y eficiencia. Donde todos nos involucramos, desde distintas tareas y responsabilidades. Y cuyo único objetivo es la más óptima atención a quienes llegan a conocernos.