Desde Puerto Montt, como se preveía, de alguna forma, su solidaridad característica no se hizo esperar como reacción a la terrible tragedia de los incendios forestales en la zona central del país.

El Cuerpo de Bomberos de esta capital regional ha puesto en marcha una urgente campaña, destinada a apoyar a los voluntarios que se encuentran combatiendo heroicamente el fuego, que está devastando grandes extensiones de bosques y productividad agrícola en regiones de más al norte, junto con destruir también áreas pobladas.

Es por ello, que los bomberos puertomontinos están solicitando a nuestra población aportes consistentes en agua embotellada sin gas, bebidas isotónicas y barras de cereal. Colaboraciones que se pueden entregar en los cuarteles de las distintas compañías bomberiles de nuestra ciudad. Las que prontamente despacharán esas donaciones a sus congéneres, que luchan de manera tan valerosa contra el avance del fuego en esta catástrofe nacional. Un infierno de humo y llamas, que amenaza sus vidas y salud, pero que ellos desafían valientemente, conscientes de que hay muchos compatriotas que salvar y sus bienes que proteger.

Esos nobles y generosos bomberos, siempre carentes de recursos monetarios, necesitan con urgencia de esa ayuda logística, consistente en líquidos y algunos alimentos, que físicamente les energicen y fortalezcan, mientras mantienen esa batalla sin cuartel para evitar el desplazamiento e incremento de tan inusitada catástrofe incendiaria. A la que estimula un verano seco y muy caluroso, entre otras causales que se analizan.

A su vez, la Asociación de Agricultores de Llanquihue también sufre y solidariza con sus colegas que están padeciendo los dañinos efectos incendiarios de los siniestros forestales en la Sexta Región. Por ello, se están organizando y acopiando ya los aportes, que han comenzado a recolectar, para socorrer a los damnificados del rubro agrícola.

La solidaridad puertomontina ya está en acción.

Fundamental para mantener una nación sana y sus instituciones saludables, el Periodismo es un ejercicio que no sólo equilibra el juego de poderes en una república, sino que por definición es el representante de la democracia. El dramaturgo Arthur Miller elogió la prensa con la oración: "…un buen periódico es una nación hablándose a sí misma". Ejemplos de buena prensa hay muchos, desde su utilidad en emergencias públicas, hasta levantar y hacer visibles a individuos talentosos, pasando por la investigación como freno a la corrupción. Todo periodista informa y educa.

Un capítulo importante se vivió durante el régimen militar, cuando la prensa -radio y revistas, principalmente- fueron fundamentales para enfrentar el horror que se cometía y para dar forma y contenido a movimientos que derivaron en la recuperación de la democracia. Con todo lo anterior, resulta paradojal que con el paso del tiempo la labor de periodistas y medios se haya ido precarizando, no sólo en cuanto a contenidos, sino que también en las condiciones laborales de los profesionales.

Tras una experiencia de 18 años laborando en medios nacionales y empresas en la capital y otras 6 urbes del país, descubro con mucha desazón que una de las peores situaciones se dan precisamente en mi ciudad natal, que registra el segundo promedio más bajo de sueldos nacional.

A lo anterior se suma el extendido uso del contrato (si puede llamársele así) a honorarios como principal fuente de ingresos, materia de la que no se escapa el Estado.

Por eso, cuando asumimos como directiva, nos propusimos ir recuperando el tejido de nuestra fortaleza. En varias reuniones ha sorprendido el interés de apoyarnos en varios proyectos, como la declarada por el vicerrector de la UACh, Renato Westermeier; el director de Serviu, Hardy Grandjean; o el seremi de Gobierno, Francisco Reyes.

Condiciones dignas de trabajo, acordes a profesionales altamente capacitados, son una inversión para toda la comunidad, antes que mantener en estándares precarios a los periodistas.

Sergio Velásquez Haros.

Presidente Regional del Colegio de Periodistas de Chile.