Desearles a todos(as) en primer término que el 2017 sea un gran año. Que sigamos avanzando en profundizar la gratuidad en la educación universitaria, porque sabemos que con ello aliviaremos la diaria cotidianidad de miles de familias chilenas, que sufren -en vez de alegrarse- cuando un hijo termina la educación media y se le cierran las puertas para poder seguir educándose. Que avancemos en nuestro país en la consolidación de un sistema más democrático con la elección de los Gobernadores Regionales.

Deseamos que este 2017 consolidemos la política habitacional, desmembrada en el gobierno anterior del Pdte. Piñera, en donde no entregaron subsidios, sino voucher y logremos ampliar nuestra cobertura en el campo y la ciudad para que las decenas de comités habitacionales de la región cuenten con su casa propia. Esperamos asimismo que sigamos avanzando en conectividad rural (este año en marzo, 220 localidades rurales quedarán conectadas a Internet) lo que marca un avance fundamental para la equidad territorial que nuestros habitantes demandan. Y que a esa conectividad tan necesaria le sigamos inyectando recursos a otra tan importante área como es la de los asfaltos rurales en donde tenemos aún muchos desafíos pendientes. El Trabajo de la Seremía de Transportes y del MOP en la región ha sido destacado y eso debe reconocerse. En el 2017 lograremos que la gente de Peulla por fin acceda a conectividad subsidiada por el Estado lo que le cambiará la vida a más de 100 familias de colonos que habitan esa hermosa zona y sus lugares circundantes. Y como si ello fuera poco, la Seremía de BBNN avanza raudamente para entregarles por fin después de luchas de años, sus títulos a una docena de colonos que vivían en los parajes aledaños al Lago Todos Los Santos, toda una vida.

Consolidaremos el 2017 nuestro anhelado CFT para Llanquihue y la región; tendremos un nuevo y remozado Estadio en Frutillar y lograremos los recursos para el nuevo Estadio de Pto. Varas, como asimismo seguiremos trabajando para que el Hospital para la ciudad de las rosas, siga su camino sin obstáculos.

Fidel Espinoza Sandoval.

Diputado de la República. Región de Los Lagos.

Al comenzar un nuevo año de labores en Puerto Montt, es imposible dejar de recordar la imponente y emotiva Navidad vivida en las postrimerías de 2016, a través del inolvidable concierto -en el histórico órgano jesuita- ofrecido por el organista Jaime Teuquil Vivanco y el flautista traversa Agustín Guiñez Reyes, con el guión de Walter Ahrend y María Eugenia Vivanco, en una velada que se denominó "Y habitó entre nosotros" y cuyo escenario fue el templo de la Compañía de Jesús.

Fue un encuentro extraordinariamente palpitante de nostalgias, de evocaciones, pletórico de emociones y que aunó voluntades y corazones, a la espera del renacer del Divino Niño en las almas puertomontinas, al compás de la melodiosa inspiración plasmada sobre el añoso teclado. Instantes únicos. Revivía el órgano patrimonial. El mismo que desde 1909 acompañaba las liturgias navideñas de la comunidad. Hasta que hace dos decenios permaneciera en silencio, por algunas fallas; pero que, sin embargo, desde el 2015, gracias la generosidad de solidarios exalumnos sanjavierinos, se recuperase y volviera a ser una compañía infaltable para los porteños que tanto se emocionan con esta maravillosa reliquia.

En aquella oportunidad, desde el atesorado órgano brotaron himnos medievales, melodías de la tradición inglesa y germana y de la franco-flamenca, así como también de la italiana y francesa. Hasta culminar con el más conmovedor e inmortal cantico navideño: "Noche de Paz".

No cabe duda, que el regreso del órgano del templo jesuita, lo viene a confirmar como otro de los grandes tesoros de la historia de Puerto Montt, dignos de ser preservados. Y merecedor de un lugar de privilegio en la galería de los grandes patrimonios locales. Incluso, de ser considerado en las rutas patrimoniales de esta capital regional, a los ojos de los turistas que anhelan conocer nuestra historia y tradiciones. Y, así, deleitarse también de su excepcional musicalidad, que no sólo agrada, sino que también eleva los espíritus. Como lo hiciera en la reciente Navidad, ante una emocionada audiencia.