Como cada inicio de año, los buenos deseos se multiplican. El efecto sicológico de cerrar un ciclo y empezar otro, da la oportunidad para corregir los errores, perfeccionar lo obrado, enmendar el rumbo y dar pasos significativos hacia anhelos mayores. Y aquella regla corre tanto para la vida personal, como para la vida en conjunto, como sociedad; más aún en aquellos que están llamados a liderar los procesos, y ostentan cargos de representación popular.
En el caso de nuestra provincia, se da la coyuntura que en varias de las comunas que la conforman, la elección municipal renovó a varios alcaldes, quienes inician su período con la magnífica oportunidad de trabajar de manera distinta, de pensar el territorio no sólo como la jurisdicción que les toca administrar, sino que como un todo; lo que permitirá mejorar la oferta como destino turístico, y como palanca para el desarrollo general, en los más diversos ámbitos. Es la oportunidad en consecuencia, de iniciar un nuevo camino, hacia una región que se fortalece en su conjunto, y no de manera aislada. Porque justamente el mayor activo que tenemos como zona, es la diversidad de nuestra oferta, que unida, se complementa y potencia, mezclando lindos paisajes, rica gastronomía, un importante desarrollo cultural y artístico, un potencial arqueológico digno de poner en valor y una amplia oferta turística capaz de responder a la más variada demanda, tanto nacional como extranjera. Hay allí, una oportunidad que las nuevas y antiguas autoridades municipales de todas las comunas de la provincia, pudiesen aprovechar.
En el mundo actual, el espíritu colaborativo, el trabajo conjunto y la sinergia entre los más diversos actores que conforman esta mágica provincia de enorme potencial, pueden transformar la zona en el gran referente del sur de Chile, apuntando a las bondades que poseemos y que no explotamos adecuadamente, ni las ponemos en valor como corresponde.
La clásica administración del territorio como si fuese sólo una parcela de poder, va en retirada; más aún cuando los partidos políticos dejaron de ser fuente de credibilidad y representación, dando paso a nuevos movimientos o simplemente a ciudadanos que empoderados a partir de los propios ciudadanos, hoy lideran este proceso de cambio que ojalá nuestra zona sepa interpretar.
Hay cuatro años por delante para que los intereses particulares queden de lado, y comencemos a trabajar en conjunto por este gran territorio, que está llamado a transformarse en el centro del sur de Chile.